Periodista y Productor por la UNAM, especializado en animales. Director Editorial de Pet's Life Magazine y petslife.com.mx
Nunca he vivido sin animales, ni quiero. Apasionado de la música, el cine y los libros viejos. FB, Ig, Twt y Tktk: @pacocolmenares
Es sumamente frecuente la historia en la que el perro de la familia, ya sea por edad, alguna enfermedad o por simple cansancio de sus amos, es echado a la calle o incluso sacrificado.
Para quienes nos hacen el honor de seguirnos hace tiempo, seguramente les he contado ya que, precisamente, mi primer hijo, ese que cambio mi vida, mi visión del mundo y mis prioridades, llegó a mí como un rescate cuando sus amos lo iban a sacrificar, a los 4 años de edad, fuerte, joven y con el mejor temperamento del mundo, sólo porque ya nadie «tenía tiempo de atenderlo».
Por eso las historias en las que un amo decide cuidar y conservar a su amigo a toda costa, me llegan tanto.
Como ésta.
Hoy Edward tiene dos amigos. Juntos tienen 2 ojos y 3 corazones gigantes.
Resulta que el Señor Graham Waspe, un ciudadano de Sufolk, en el Reino Unido, era invidente de un ojo y con un visión muy limitada en el otro. Recibió entonces a un perro lazarillo, Edward, un cachorro de dos años que se convirtió en sus ojos y por supuesto, en su mejor amigo.
Pasaron 6 años y Mr. Graham recibió la noticia de que su amigo Edward también perdía la vista debido a una enfermedad. El golpe desde luego fue devastador. Waspe pensó que le quitarían a su amigo, a su compañero, al ser que le ayudó a moverse durante los últimos años, a quién lo cuidó y alertó de los peligros cada día.
Así que decidió que no. No sería así. Comprometido con su mejor amigo, solicitó a un nuevo lazarillo, pero solicitando quedarse con Edward, entonces ya ciego, comprometiéndose a cuidarlo y amarlo el resto de su vida.
Entonces, tras sólo 15 días de entrenamiento y adaptación, Graham Waspe y Edward, recibieron en su pequeña manada a Opal, otro labrador lazarillo, que ahora funge como guía de ambos.
Un bravo para Opal, que representa la vista de los tres, otro aplauso para Edward, retirado por el destino después de años de trabajo fiel… pero un aplauso más fuerte para el SEÑOR Waspe (así, con mayúsuculas) que no renunció jamás a su amistad con su perro, aún cuando este le dejara de ser «útil».
Ahora los 3 recorren escuelas e institutos platicando sobre el lazo tan fuerte que puede crearse entre hombres y perros, sin importar las dificultades. Y de la mano de Graham, con los ojos de Opal y el corazón de Edward, recorren por supuesto, el mundo.
Ahora recuerdo cada caso en que he escuchado pretextos para abandonar a un amigo, mientras éste supone que está con la familia que lo amará por siempre… y me provocan una profunda lástima, por la cobardía y simpleza.
Aún queda esperanza. Nuestra especie no está podrida del todo.
El día de hoy no encontrará usted en la columna de este apasionado por los animales reflexiones o estadísticas obtenidas con mi trabajo. No hablaré de otra cosa que no sea la felicitación y agradecimiento dirigido enteramente a todos lo involucrados en la Marcha hacia la Asamblea Legislativa, realizada este pasado Martes 6 de Abril de 2011.
En uno de los pasos más significativos en materia de rescate y defensa animal de los últimos años, la voz de aquellos que hablan por los que no pueden, fue escuchada ayer en la ALDF para frenar el paso que anunciara el Secretario de Salud del DF, Armando Ahued, para asesinar a miles de perros callejeros como una «medida sanitaria».
Por supuesto, empezando por dicha propuesta, podemos ver el absurdo en dos segundos. Me recordó esas viejas costumbres priístas de dar despensas para una semana a poblaciones que sufren hambre todo el año.
No sólo era una medida ridícula y profundamente cruel, sino una verdadera estupidez en términos de necesidades y soluciones. Los cálculos son diversos, pero la mayoría convergen en los 3 millones de perros callejeros. Aún si fuéramos los insensible imbéciles que toman esas decisiones… ¿Serviría de algo matar a 3 mil de esos perros? ¿A 30 mil? «Soluciona» con una cruel «medida sanitaria» el 1% del problema. ¿En serio? ¿Le pareció inteligente? ¿Útil?
No. No servía de nada ni para los que odian a los animales. Era un kilo de frijol para una persona que sufre hambre y pobreza todo el año. Pero se nota, se «ve el trabajo» ¿verdad?
Esa política tan arraigada en la mexicanidad, la política de las pequeñas dádivas, de los regalos y la demagogia, esa política llevaría a la muerte -cabe añadir que con los peores métodos, aunque todos sean injustos- a miles de perros que tuvieran la desdicha de encontrarse en el camino de los asesinos.
No se podía tolerar. No por la mirada de esos perros, no porque nos parta el corazón nada más. POR CULTURA. Peleamos la desdicha de ver un video con un enfermo mental asesinando a un perro… ¿pero permitimos la muerte de miles porque la realiza el gobierno sin grabarla o postearla en YouTube?
No. Ya no podemos permitir esa cultura de solucionar los problemas desapareciéndolos de nuestra vista. Esa es la solución del cobarde, del flojo, del idiota. Esa es la solución del crimen organizado, de las mafias y de los patéticos políticos de antaño. POR CAMBIAR nuestra cultura, eso tiene que erradicarse.
Ayer, Asociaciones, Organizaciones, Hogares y Personas «de a pie», demostraron que sí importa y que, como los políticos son nuestros empleados, tenemos todo el derecho de reclamar que nos hagan caso, pues para eso les pagamos.
Nadie fue a requerirles ese asesinato, ¿verdad? Nadie se organizó para pedir esa solución… entonces, ¿por qué habrían de ejecutarla cuando sí les consta que se les pide la solución contraria?
Y más aún, los que fueron a esta marcha no sólo fueron a reclamar. Fueron con los argumentos, los estudios y las soluciones alternas en las manos. Fueron con propuestas puntuales y útiles. Fueron porque sabían del caso y han estudiado otras opciones por mucho tiempo.
Y eso se tiene que agradecer. Eso se los agradezco, en nombre del trabajo que miles tratamos de hacer todos los días, rescatando UN perro, seis recién nacidos, veinte gatos en un terreno abandonado o 200 perros en espera de ser adoptados.
Se los agradezco porque, aunque este servidor no pudo acudir, deseaba con todas sus fuerzas que por fin les escucharan, los atendieran… y se me cumplió. No por magia, por gracia de un poder divino o por suerte.
YO TUVE LA SUERTE de que se me cumpliera ese deseo por el trabajo y esfuerzo de ustedes. Por estar bajo el calor terrible de estos días, en plena calle. Porque han trabajado por años y han estado al pendiente de cada anuncio estúpido o propuesta absurda.
Gracias. Profundamente gracias a todos ustedes.
En el plano personal, es un orgullo además que Comunidad Gaia y su dirigente, Rebeca Pérez Flores, haya sido parte de ese movimiento y gran avance. Nuestra colaboradora, a la que además tengo el honor de llamar AMIGA, nos reportará pronto los resultados de dicha manifestación.
No se ha ganado nada, pero se ha dado un paso muy importante, que para quienes hemos estado en este asunto, sabemos que es siempre lo más difícil de conseguir: que nos escuchen y atiendan.
Por lo menos por el momento, se dio freno a la muerte.
Aunque hace unos meses posteamos en este mismo espacio una serie de consejos para ayudar a disminuir el índice de perros extraviados, hoy vamos a platicar rápido de uno en particular que ha resultado el mejor y más accesible, pero que aún así muchas personas parecen no conocer.
Doble Collar.
Parece una exageración a primera vista, pero es el más económico y sencillo de los métodos posibles para ayudar a la recuperación de mascotas extraviadas.
En una ciudad los índices de perros extraviados son más altos que en localidades más pequeñas. Desde luego esto responde al estilo de vida y el tamaño del lugar. Es decir, en un pueblo pequeño, el perro es más conocido por la gente e identificado, el territorio que puede recorrer es menor y un perro de casa rara vez trata de alejarse mucho tiempo de la gente.
En una gran ciudad, además del inmenso territorio que puede recorrer un perro sin dejar de ver gente, el ritmo acelerado y estresante de la mayor parte de éstas hace que se ponga nervioso con facilidad, huyendo de los autos, de los gritos, de la gente que lo asusta o de las construcciones, por el ruido.
¿Qué tiene que pasar para que tu perro se extravíe? Que te distraigas 20 segundos. Literal.
No importa si es el perro más amoroso contigo, si es tranquilo y no gusta de correr, si es muy inteligente. Basta una pequeña distracción tuya, que lo pierdas de vista un momento y que esto se combine con un ruido fuerte, un gato que perseguir o un automóvil escandaloso, para que tu amigo salga corriendo sin posibilidad de alcanzarlo.
Insistimos en que deberías traerlo siempre de la correa, pero como sabemos que de todas formas mucha gente ve como una «justa libertad» soltarlo cada cierto tiempo (o a algunos, TODO el tiempo), te explicamos la función del doble collar.
Tu perro debería traer un collar ligero pero resistente TODO el tiempo. En este collar TIENE que traer su placa, con su nombre y tus datos. Algo que parece simple pero mucha gente no toma en cuenta: pon en la placa un número de teléfono LOCAL. Las placas pueden ser muy chiquitas, no te preocupes por poner toda tu dirección, con colonia y código postal. Lo que más importa es el teléfono en donde te localizan, claro y grande.
La mayoría de la gente que se encuentra a un perro en la calle, con placa, no tiene el tiempo (y muchas veces las ganas) de llevarte tu perro hasta tu casa, eso ya es mucho pedir, así que tu dirección es irrelevante. Pero si hay un teléfono local, es más sencillo que en donde sea que lo encuentren, te llamen de inmediato para que vayas a recogerlo.
Parece increíble pero para muchas personas la diferencia entre gastar una llamada local y una llamada a celular, puede ser la decisión para ayudar a tu perro o no. Ya sea de un teléfono público o de su propio móvil, la verdad es que de 10 personas, 9 te llamarían a un número local cuando encontraran a tu perro, mientras sólo 5 lo harían a un celular. (Datos estadísticos realizados por este equipo, en una muestra de 1000 personas escogidas al azar, entre 18 y 40 años)
Ahora, cuando salgas a pasear con él, ponle OTRO collar junto con el de siempre. Este segundo collar será solo para el paseo. Al salir se lo pones, al llegar se lo quitas.
Es increíblemente frecuente para nosotros la llamada diciendo: «Mi perro se perdió, es así y así… no trae placa, se rompió el collar en donde la traía»
Los collares no se rompen solos. Se rompen por un jalón de correa, por estirar mucho la hebilla, por el desgaste de la tela cuando se ponen y se quitan mucho…
Si tu perro trae su placa en ese otro collar permanente, difícilmente éste se romperá solito. Si por cualquier razón alguien abre la puerta y sale corriendo, traerá sus datos, si encuentra un lugar por donde brincar de tu casa, traerá sus datos… pero sobre todo, si se rompe el collar en el paseo, traerá sus datos.
El número de perro atropellados en la vía pública, no es por mucho, alarmante. En una ciudad como la Ciudad de México, esto también obedece, además de la simpatía que la gente les tenga, al tráfico. No hay muchas vías en donde puedas ir muy rápido sin que te detenga el tránsito pesado, por lo que no hay muchas opciones para atropellar a un perro.
Esto lo menciono para comprender que si tu perro se extravía, tienes muchísimas más probabilidades de que regrese a tí gracias a la llamada de alguien, a que le suceda algo malo antes de eso.
Hay mucha gente en esta ciudad dedicada a ayudar a cada perro que se encuentra, verdaderos ángeles que están dispuestos a hacer lo que sea necesario. Para todos ellos, encontrar a un perro con placa es como un oasis en el desierto, porque saben que podrán ayudarlo con mayor facilidad, que no necesitan buscar un lugar en donde albergarlo y que aunque a la primera no te encuentren, te van a seguir insistiendo.
Quítate los mitos bobos de «pobre perrito con su collar todo el tiempo«. Mientras este no le apriete y no le cause una reacción alérgica, le estás cuidando más, queriendo más y siendo más responsable con él. «Pobre perrito» es el que después de dormir en casa toda la vida, duerme bajo un auto sin haber comido. Ese perro sufre de verdad, no el que tiene un collar con su placa TODO el tiempo.
No puedo compartir por completo la postura en la que una mascota, especialmente un perro o gato, deba de separarse de su familia humana por decisión de ésta. Aunque comprendo que las circunstancias de vida de cada quien pueden ser más o menos complicadas, yo no puedo concebir una postura o movimiento en mi vida que me haga separarme de ninguno de los cinco que hoy son mi familia.
Sin embargo, tratando de ser objetivo, reconozco que en muchas personas no existe negligencia, mala voluntad o falta de responsabilidad cuando deben tomar la decisión de separarse de una mascota.
Para mí, honestamente, pensando en el bien de la mascota y la familia (especialmente cuando hay niños), separarse debe ser absolutamente la última opción, la única salida posible cuando ya se han explorado todas las demás. Pero si este momento llega, también existe una diferencia notable entre separarse bien, indiferentemente o terriblemente mal.
Supongamos que está en esa posición, usted debe, por cualquier razón que sea, separarse de la mascota que lo ha acompañado durante mucho tiempo; para ello, pemítame ejemplificarle con las mascotas que, quizá algunos blogernautas saben ya, conozco mejor: los perros.
La opción más común dentro de las negligentes y monstruosas, es dejarlo a su suerte. Sacarlo a la calle, “perderlo” en una zona que no reconozca, abandonarlo con engaños en un pensión veterinaria o llevarlo a un lugar boscoso o silvestre, no merece la comprensión ni entendimiento de nadie, mucho menos la disculpa.
Obviemos esa parte, pensando que no es un caso que conozcamos.
Vamos a pensar en los casos en que el dueño no puede conservar a la mascota pero es una persona decente, responsable y con los valores mínimos. ¿Qué hacemos?
Primero consideremos si hay niños pequeños. No considerar lo que los niños sentirán al dejar ir a un amigo animal es casi tan negligente como sentarles frente a la televisión en horarios para adultos, es decir, implica falta de responsabilidad y despreocupación por sentimientos que más adelante pueden haberse modificado seriamente por ese hecho.
Un niño no puede tomar decisiones familiares y a veces no comprende todo el espectro de necesidades de una familia, pero sí tiene una opinión y muchas dudas. Es una falta de respeto no exponerle el panorama completo y permitirle expresar lo que siente, aún cuando usted deba manejar poco a poco las cosas hasta llegar a que comprenda lo que de cualquier modo usted ya decidió.
Cuando hay un amor verdadero de parte del amo (niño o adulto), lo mejor que se puede hacer es apelar a que él vea por el beneficio real de la mascota. Un niño, o adolescente, debe entender que antes del capricho de él por tener a su perro cerca, debe pensar en cómo vivirá el perro. Cuando los espacios son muy reducidos, el perro puede vivir, siempre y cuando se le dedique un tiempo específico para salir a pasear y para jugar… y eso no está en la mente de todos los adolescentes.
Lo que sí está en la responsabilidad de todos los dueños, y debe mantenerse hasta el último día, es el destino de la mascota que se separa. El perro es un ser de lealtad absoluta. En la lealtad basa el éxito de su manada, su subsistencia, su alimentación y su reproducción.
El perro es un animal humanamente social. El perro ya no tiene una conexión real y directa con el mundo de los animales silvestres y genéticamente no está diseñado para estar lejos del hombre. ¿Sabe usted que el perro se apegó al hombre antes que cualquier otro animal? Antes de que el hombre supiera montar un caballo, arrear una vaca o recolectar los huevos de una gallina, el perro caminó a su lado. Y esto no es por “poquito”. Los estudios antropológicos indican que el perro fue domesticado por lo menos, hace 15.000 años, mientras su competidor más cercano, la oveja, lo fue hace casi 10.000, No está hecho para vivir sólo y sin duda sufre cuando se separa de su familia habitual. Cuando de nuestra parte es absolutamente inevitable, cuando hemos explorado todas las opciones y no existe otra, la última muestra de lealtad que podemos darle es escoger una familia amorosa para él.
No hay método efectivo para que el perro no sufra, al menos, unos días; pero sí hay muchas formas de darle un sufrimiento prolongado y terrible, que lo puede llevar, incluso, a la muerte.
Antes que otra cosa, debemos cuidar que la nueva casa a donde irá tenga un espacio definido y similar al que nosotros tenemos para él.
Si pasa por ejemplo, de tener un patio en nuestra familia a un balcón en la nueva, sentirá, no sólo la separación de los miembros, sino una especie de “castigo” de largo plazo y en el tiempo que le tope adaptarse, su cuerpo sufrirá trastornos por el ejercicio, la tensión y la vista.
Esto último no lo digo como una cosa sencilla.
Especialmente en las grandes ciudades, es común que la gente que vive en departamentos y tiene pequeños balcones, coloque a su perro ahí, ya sea permanentemente, o mientras hacen las labores del hogar, con el sentido de dos beneficios: La mascota no estorba y se “distrae tomando el aire”.
Sin duda existen perros que disfrutan estar un rato observando el mundo desde un balcón o una ventana, pero como en todas las conductas, esto no es regla y lo peor es que en los casos contrarios, es realmente dañino. Un perro que sale al balcón y le ladra a cuanta persona o auto pasa por enfrente, es un perro estresado. Muchas personas interpretan los ladridos constantes hacia la calle como una forma de “esparcimiento”, incluso como la forma perruna de “diversión”. No. Un perro ladrando en un balcón o en una azotea tiene estrés, tiene nervios y quizá miedo del mismo lugar que pisa. Algunos perros, viendo a través de los barrotes del balcón, están muertos de miedo.
¿Cómo saber si mi perro lo disfruta o lo sufre? Conociéndolo. Su mascota no es igual a la del vecino, no importa si es incluso de la misma raza y edad. No lo abandone en un balcón a la primera, primero salga con él, vea como se comporta, detecte si está tranquilo, si cuando usted se mete entra corriendo detrás, si quiere quedarse más, si realmente contempla el mundo o se siente amenazado. Aún si lo disfruta, el balcón no puede ser “SU LUGAR”, sino solamente el espacio en donde está un rato, para después regresar a nuestro lado. ¿O ha visto usted a algún animal terrestre que haga su guarida en el risco, al borde de una montaña?
La gente que lo cuidará y amará a partir de nuestra despedida, debe saber el ritmo y las costumbres que el perro tiene, para no verse sorprendidos. Especialmente hay que cuidar esto en términos de las muestras de cariño.
Si nuestro perro está acostumbrado a las caricias y mimos, y la nueva familia respeta, admira o gusta de los perros, pero no suele tener un contacto físico cercano, para él será muy difícil adoptarlos como familia, pues siempre extrañará la forma de contacto que tenía con nosotros y a demás, a la familia nueva le resultará un perro “encimoso”.
Si al contrario, nuestro perro comúnmente gusta de ir a su rincón o a su cama a descansar a solas, pero la nueva familia es empalagosa y de mucho contacto, puede asustarles cuando la mascota les demuestre alguna advertencia de disgusto, pidiendo su “espacio personal”.
Es responsabilidad de usted, el amo que se separa, avisar a la nueva familia del caráter del perro, con todo detalle y sinceridad.
Si muerde cosas o hace “travesuras”, hay que confesar que aún necesita educación, no que es un “perro problema”. Es justo advertir sobre las “manías” de la mascota para darle a la nueva familia la posibilidad de protegerse. A la mayoría les llaman atención los zapatos, pero también hay otros que se ven atraídos por los enchufes, los teléfonos o los controles remotos. Eso es más serio. Confiéselo antes de entregarlo en adopción.
Ni qué decir de las afecciones de salud. Sería usted una persona horrible si deja que la nueva familia descubra las enfermedades que tenía el perro hasta el momento de llevarlo al veterinario.
El otro aspecto ideal –aunque muchas veces más difícil- es que en la nueva familia esté alguien conocido. Ya sea un familiar o amigo al que veía algunas veces o una voz que reconoce, la presencia de alguien confiable en términos de olor, imagen o sonido, lo ayudará a dar la transición.
De niño tuve que separarme yo de un perro, cuando nos mudamos de ciudad, si bien ahora mismo no lo permitiría, reconozco que mi padre hizo lo mejor que pudo en tanto explicarme y buscar el mejor lugar para el cachorro. Ese caso fue de mucha suerte para nosotros y creo que por ello entendí que era mejor para él.
La jovencita que ayudaba a mi mamá con la limpieza tenía años con nosotros, y en los días de escuela creo que tenía más contacto ella con mis perros que yo mismo. Debía limpiar lo que ambos perros hacían en el patio, pero aunque lo disfrazaba con regaños fingidos por “cochinos” o “traviesos”, jamás los asustó con un golpe o los intentó alejar. Ella los quería y ellos la querían. El cachorro que se tuvo que separar de nosotros se fue con una cara muy familiar, con una presencia confiable y a un lugar muy similar al que tenía antes. En su momento estoy seguro que ninguno de nosotros ponderó todas esas ventajas puntualmente, pero coincidió un buen final para su historia.
Si esta última opción se le complica o es muy tardada, por favor acuda a páginas de Internet o grupos de redes sociales en donde concurran amantes de los animales, no sólo “publicite” a su perro en un lugar visible.
Si aún dentro de las asociaciones serias se dan casos de malos adoptantes, imagine las enormes posibilidades que tiene usted de entregar a su amigo a una persona descuidada o violenta si no conoce nada del nuevo adoptante.
Si aún con el dolor de la separación podemos encontrar un buen lugar para la mascota que se va, podemos estar en contacto y saber de ella.
Mi último consejo: no la “olvide”.
No. No es más sano “darle vuelta a la hoja” cuando se separa. Si el proceso es definitivo, le recomiendo que no visite a la mascota muy seguido, para permitirle adaptarse a su nueva familia sin que esté esperando su regreso, pero pida noticias de ella con frecuencia, alguna foto o un video.
Y el día que su mascota hay cumplido su ciclo, si es posible por las condiciones antes de “dormirlo”, acuda a su lado para dicho paso.
La memoria de ellos en tanto las personas que aman, es extraordinaria. Si el perro o gato debe dar ese paso de dejar esta vida, nada será más gratificante para él que ver una última vez la cara de la primera persona que le amó.
(Dedeportar). 1. m. Actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas. 2. m. Recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre.
Con esta muy libre acepción, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española denomina lo que conocemos como deporte. Es decir, casi cualquier actividad puede ser deporte, según lo permite la lengua.
Y con esa misma libertad, ambigüedad y amplísima conceptualización de la palabra, es que los cazadores «recreativos» tienen la posibilidad de llamarle «Caza Deportiva» al hecho de asesinar a un animal con una arma, generalmente de fuego, con todas las ventajas y comodidades que esto significa.
A mí me asquea que ensucien el término.
Como un amante de los animales y un aficionado al deporte, me causa mucho conflicto que se trate de equiparar a una actividad tan benéfica y divertida como el Deporte con un hecho tan simplista y burdamente inútil como el asesinato frontal de animales.
Así como sucede con la Tauromaquia, a la que algunos ociosos insisten en llamarle «Arte», la Cacería es una de esas costumbres que parten de instintos pueriles y demostraciones involucionadas de poder.
¿Por qué cazan a un animal? Porque pueden, simple y llanamente.
Los Cazadores «deportivos» son por lo general, gente con recursos económicos cómodos, pues cuentan con armamento, ropa especial y accesorios que facilitan al máximo su actividad, elementos nada baratos en el mundo comercial.
Vaya pues, no necesitan alimentarse, no viven en una cabaña en el bosque acechada por osos o lobos de los cuales defenderse y no están tratando de delimitar un territorio urbano. Al contrario, los Cazadores se internan en un hábitat natural, en donde no vive un ser humano, para buscar animales desprevenidos y sorprenderlos con un tiro a muchos metros de distancia, en donde no haya riesgo para el cazador.
¿Cómo es que esto es una competencia?
Si el cazador tuviera que correr para alcanzar a un venado y ahogarlo con sus propias manos, tendría una competencia. Si tuviera que cazar a un oso a golpes, tendría una competencia. Pero no. El único esfuerzo físico que hace un «Cazador deportivo» radica en cargar una escopeta durante un rato, hasta el lugar en donde decide sentarse sin ser visto a esperar que pase un animal.
¿El trofeo? Por supuesto su cabeza, su piel, sus garras, pezuñas, cornamenta… en fin, cualquier parte del cuerpo que pueda colgar en su sala para recordar sádicamente que tuvo enormes ventajas frente a un animal salvaje, mientras se atraganta con un McTrío.
Esa es la maravillosa caza «deportiva».
De acuerdo a estadísticas obtenidas por organizaciones como PETA, Greenpeace, WWF y Animal Rights, sólo en Estados Unidos hay unos 15 millones de cazadores, los que cazan alrededor de 200 millones de animales CADA AÑO.
¿Sabes cuánto son 15 millones de cazadores? Sólo el 5% de la población de USA. Ni siquiera hablamos de la mayoría de norteamericanos. Gran parte de estos cazadores se «recrean» en zonas forestales cuidadas específicamente para esta actividad, mantenidas con los impuestos del país. O sea, en el desarrolladísimo país del norte, el 95% de sus habitantes que pagan impuestos y no les gusta la cacería, mantienen la sádica costumbrita del 5% restante.
¿Y cuánto es 200 millones de animales cazados? Veámoslo así: si fueran humanos, representaría ASESINAR a la población de España, Francia y Alemania, TODOS, en un sólo año.
El Holocausto Nazi, al que no ofendo ni minimizo en medida alguna, costó la vida de aproximadamente 10 millones de personas en los primeros 5 años. Significa que el peor episodio de crueldad entre humanos, en la era moderna, costó el 1% de vidas que lo que cuesta la permitida actividad de la Caza «deportiva».
No hablamos de insectos pisados sin querer, ni de ratones que eran una plaga. Hablamos de Patos, Gansos, Osos, Gatos monteses, Venados, Alces, Lobos, Coyotes…
¿Estoy exagerando por comparar números de vidas humanas con animales?
Cuestión de enfoques. Podría cada quien tener la libertad de valorar la vida como quisiera, eso mismo hizo un zotaco de bigote chaplinesco hace más de 60 años… y convenció a todo un país de que la vida de un judío, no valía igual que la de un «ario».
En la frontera entre México y E.U.A. existen hombres que creen que la vida de un «Spic», «wetback» o «frijolero», no vale lo mismo que la de un norteamericano, así que literalemente los cazan como venados.
Mientras no aprendamos a valorar la vida como el complejo cúmulo de circunstancias maravillosas que se requieren para que suceda, la mentalidad humana seguirá tan podrida como desarrollado su intelecto.
Mientras justifiquemos con «arte» o «deporte» el asesinato, siempre habrá algún desviado que extrapole y confunda ese «derecho» y convenza a otros débiles de ejecutarlo en contra de otros humanos.
Si la Tauromaquia es Arte y la Cacería es Deporte, el Canibalismo debe ser Gastronomía y una Narcotienda debe ser una PyME.
Depredador es la denominación que se le da a cualquier ser vivo en referencia a sus hábitos de caza, ya sea por alimentación o dominio, y con relación directa a otras especies, aquellas que resultan más débiles frente a las habilidades de caza del primero.
Esto significa que ningún animal es un «Depredador» permanente y ninguno está exento de serlo.
Lo anterior lo menciono para, primero, dejar de escuchar la palabra como si fuera un adjetivo negativo y malvado. Los insectos «depredan» plantas y otros insectos. El ganado «depreda» pastizales y de paso, insectos. El león «depreda» cebras, impalas o ñúes. El tiburón depreda otros peces. Los peces depredan plancton. Y el hombre depreda… bueno, todo, hasta hombres.
La cualidad de Depredador se ve magnificada por las habilidades que cada especie tiene y cómo éstas evolucionan para mejorar esta misma cualidad. En el hombre, desde luego la característica que lo convierte en el depredador más inteligente, se encuentra dentro de su cabeza: la inteligencia.
El cerebro ha demostrado ser el órgano clave para el dominio y la superación de las especies, razón que hizo a la nuestra convertirse en el más letal de los animales sobre la tierra. Sin embargo, aunque genéticamente todos los seres humanos sanos están diseñados para nacer con el mismo potencial cerebral, el cerebro evolucionado también ha traído una verdadera espada de dos filos: el libre albedrío.
En la mayoría de los animales, si bien existe la posibilidad de «escoger» lo que puede hacer cada día, la mayoría de estas decisiones se ven limitadas y sesgadas por una constante: el instinto.
Es decir, el hombre puede elegir, motivado por la búsqueda de diversión o empujado por el aburrimiento, hacer algo riesgoso para su sobrevivencia. El león, el tiburón o el perro, no. A un Tigre no le gusta saltar de un acantilado por gusto, si lo hace es buscando cazar (sobrevivir), escapar (sobrevivir) o ir a un mejor hábitat (sobrevivir).
Así también, los Depredadores no-humanos exterminan ejemplares de otras especies en la búsqueda de alimento o tratando de dominar un territorio, pero cuando cualquiera de sus motivaciones se ven satisfechas, detiene la práctica.
El hombre no.
Nuestro libre albedrío hace que la Depredación pueda ser bien un deporte, una diversión, una forma de perder el tiempo o una aberrante expresión cultural.
Los «adolescentes» que demuestran su adultéz en la Islas Feroe matando delfines, no necesitan hacerlo realmente por que su hábitat se vea amenazado, mucho menos para demostrarle algo a esa especie de delfín (que se acerca prácticamente solito al hombre).
Los «cultos» que acuden a la tauromaquia y quienes la practican, no lo hacen por sobrevivir o para dominar a la especie de toro que enfrentan, sino únicamente porque se les ocurrió matar el aburrimiento matando a otro ser.
Sí, el ser humano es un Depredador y esto es importante para su sobrevivencia, pero ha convertido esta habilidad en una práctica absurda, que ha puesto a su hábitat en riesgo. Lo que, por supuesto, lo pone en riesgo a él mismo.
El Hombre es un Depredador estúpido. Su desarrollo cerebral llegó a tanto que no supo qué hacer con él para manejar su propia existencia.
Ha llevado a miles de especies animales al borde de la extinción, lo que ha provocado la degradación vegetal de dichas zonas, permitiendo que los fenómenos naturales ataquen con mayor fuerza el lugar… y pierda el control de la zona.
Ninguna otra especie animal convirtió jamás una zona viva en territorio desértico. No hay otra especie que haya aprendido a «provocar» la erosión. Ninguna convirtió el aire del lugar mismo en donde respira, en gas peligroso. Ninguna ha cazado a otra por encima de la «necesidad» hasta prácticamente verla desaparecer.
El Hombre es un Depredador. El más efectivo de los depredadores. Y el más estúpido.
Ahora que vas a salir de vacaciones, quizá has considerado una «pensión» para dejar a tu mascota, lo cual, aunque puede ser una buena idea, sabemos que puede traer también un montón de dudas al respecto.
Queremos ayudarte a verificar los aspectos que idealmente debe tener una pensión adecuada y lo que tienes derecho de saber cuando estés revisando una.
Primero, debemos decir que no cualquiera puede «pensionar» mascotas. Se requiere conocimiento, paciencia y pasión. Con esto, nos referimos a los INDISPENSABLE que es la participación de un Médico Veterinario. No siempre tiene que ser el dueño o el titular de la pensión, pero debe estar, pues una mascota es muy propensa a desarrollar sintomatología por estrés cuando está lejos de sus dueños. Pregunta en la pensión que eliges quién es el MVZ a cargo y pide sus datos, incluso, si quieres, su cédula. Te sorprendería saber cuantas «pensiones» hay que están puestas solo porque alguien «tiene espacio» o «le gustan los animales».
Después, es importante que esté cerca, pero sobre todo que esté en condiciones adecuadas. La mayoría de la gente busca la pensión más cercana a su casa, con lo que sacrifican la calidad en la mayoría de los casos. Tu mascota se va a estresar por no verte de todas formas, así que estar «en la zona» no le ayuda significativamente. Lo mejor que puedes hacer para disminuir el estrés es llevarlo a un lugar de calidad.
Tres: LUZ. Una bodega oscura, un lugar totalmente cerrado, no es la mejor idea. Una pensión ideal tiene sus guaridas bien cuidadas, en interiores, pero tiene al menos una zona de luz natural a la que las mascotas pueden acudir durante un rato del día.
Cuatro: Una pensión es básicamente una guardería. Como tal, deben tener itinerarios establecidos para que la mascota tenga diferentes actividades. No sólo es comer y dormir, debe haber un rato de esparcimiento, ejercicio y socialización.
Si tu mascota es agresiva, es tu responsabilidad avisarlo, pero de todas formas ellos deben verificarlo con cuidado para ver si puede socializar. En el escenario ideal, encontrarás al mismo tiempo varias mascotas más en la pensión cuando esté la tuya, por lo que en sus actividades debe estar convivir con ellos. Eso le hará muuuuucho bien.
Hay cientos de terapias nuevas para relajar a una mascota. La pensión ideal conoce al menos un par de ellas. La música clásica en la zona de dormitorios es excelente, si en tu pensión no lo saben, puedes decirles. La aromaterapia también. No es sólo cosa de aromas raros compuestos, exóticos, no. Una pensión ideal debe buscar que aunque todo esté perfectamente limpio, no siempre huela a cloro o limpiador.
Como siempre decimos, vuelve a aplicar: revisa desde el momento en que se refiere a tu mascota. «El animal» no es una buena seña. «El muchacho», «este amigo», «este chamaco», «chiquitín», «peludo», «guapo»… esos son síntomas de una cuidador bueno. O claro, mejor aún, si lo llama por su nombre, pues le está dando individualidad, no es «uno más».
¿Precio? La verdad es que una buena pensión no puede ser baratísima. Con el costo debe incluir la seguridad de su salud y bienestar. Si te cobran 20 pesos diarios… ¿Con qué lo ayudarían si lo ven mal? Honestamente, debes calcular el bien de todos. Si con sacrificar los gastos de un día de tus vacaciones, le elevas la calidad de pensión por otros 4, no tiene comparación.
Cuida a tus mascotas y dales la mejor calidad posible, también en vacaciones.
Hace un tiempo, tuve la oportunidad de revisar un texto escrito por el Licenciado Rafael Robles Scott, en la página Gurú Político, en el que, desde su título, argumenta el Por qué NO pueden tener derechos los animales.
Más allá de los extremismos violentos y las reacciones que todos aquellos simpatizantes de los derechos animales podríamos tener en primera instancia, cabe aclarar que el Licenciado hace un ejercicio jurídico que observa el asunto desde el punto de vista del Derecho, estrictamente. Esto no lo digo disculpando la postura del autor (que no le hace falta, ni lo pide), ni mucho menos compartiendo su ángulo. Lo digo porque es justo comprender antes de reaccionar, que el Licenciado no es un simpatizante de la defensa animal, pero no está escribiendo en su contra.
Su punto de vista, puramente el de un Abogado, refiere que el Derecho (como un ente moral, casi místico) no está capacitado para otorgar derecho a los animales pues, básicamente, sólo es aplicable -y cito- «a otro, y el otro es uno idéntico a mí». O sea, el Derecho es para los humanos, porque los humanos lo creamos y sólo podemos legislar y decidir por encima de nosotros mismos.
Dice el autor que para legislar derechos sobre ellos, tendríamos que legislar sobre la «crueldad» y que eso es tan subjetivo que mejor no nos metamos. Aclara, sí, que la crueldad contra HUMANOS sí se puede medir y castigar, porque afecta a eso, a humanos. Pero contra los animales no. Nos pide luego que nos preguntemos en qué nos afecta personalmente que un humano violente a un animal. ¿En qué nos perjudica? Claro, esto lo dice asumiendo que la respuesta es «En nada que no sea subjetivo y sentimental», para desde luego enfrentarnos contra el hecho de que el Derecho no puede legislar sólo por cuidar los sentimientos.
Honestamente no entiendo la imposibilidad de ver la afectación. Los animales deberían tener derecho de vivir, sencillamente. No los vamos a dejar votar en las elecciones o reclamar un predio (que quizá deberíamos), sólo deberíamos respetar y defender su derecho a VIVIR. ¿Por qué? ¿En que nos afecta? En que nuestro planeta no puede exsitir sin ellos, y nosotros no podemos existir sin el planeta.
Muchas comunidades en el mundo reciben cada año tormentas e inundaciones que nunca antes habían tenido (y para las cuales no tenían preparación alguna) y los gobiernos atinan a decir que son “desafortunado caprichos de la naturaleza”, claro, para no afrontar la responsabilidad. Nadie legisla contra la sobreproducción ganadera, los empresarios crían más ganado del que pueden, matan a todos los depredadores posibles (el Lobo Mexicano está extinto en vida libre ya), liberan al ganado en campos silvestres, acaban con los pastos, el suelo se erosiona, el bosque se reduce, el agua puede pasar y las nubes de tormenta no encuentra oposición. Algo similar, pero al revés, pasa con las «sorpresivas» sequías.
El que no se haya legislado para defender a un perro de la crueldad humana, lleva a miles de niños a ver sus padres patear a uno hasta la muerte (porque se acercó demasiado y no le gustan), lo que le hace aprender que PUEDE patear al ser vivo que no le guste. Lo que claro, después tendremos que castigar con las leyes humanas, cuando pateé a un humano hasta la muerte. ¿Corregimos o prevenimos?
No legislar contra la explotación canina o contra la venta ilegal y descontrolada de mascotas, nos ha llevado a tener a 2 millones de perros callejeros, SÓLO en el área metropolitana, lo que nos afecta al obligarnos gastar millones de pesos al año en la limpieza de las calles, el control urbano de estos y la manutención de esos infiernos sin legislar que les llaman «perreras».
No legislar contra los Circos, contribuyó a llevar al Elefante, a los Osos o al Tigre al borde de la extinción, así como a muchos accidentes, algunos incluso fatales, de animales de circo que reaccionaron conforme a su naturaleza, dentro de una área urbana.
Existen comunidades en México que están al borde de la desaparición, por la sobre explotación (no regulada) de la minería. ¿Por qué se llegó a ese punto? Porque no había leyes duras y concretas que defendieran el medio ambiente y pusieran límites sobre hasta donde, cuánto y cuándo.
¿No nos afecta directamente la crueldad contra los animales y el medio ambiente?
En una vista rápida pues, el artículo diría que no tenemos la facultad de defenderlos porque no somos uno de ellos, no tenemos derecho.
Lo curioso es que sí se legisla SOBRE ellos. Porque por ley SÍ tenemos derecho a usarlos, consumirlos o procrearlos para después venderlos, vivos o muertos. Sí tenemos derecho a establecernos sobre sus áreas habitables. Sí tenemos derecho a ATACARLOS, pero no tenemos derecho a DEFENDERLOS.
Su postura jurídica se comprende después de una par de leídas. Dice que no se mete en la moral, la ética, la filosofía; que su artículo es puramente legal. Desde mi perspectiva, eso es pisar terreno seguro. Debería avisarnos, antes de comenzar a leer, que sólo platicará sobre lo que el Derecho hace hasta hoy, puede hacer, no sobre lo que podría o sobre lo que se debería hacer.
Es una explicación pues, legal, sobre la rama tan limitada sobre la que camina el Derecho respecto a los animales. Eso, más que enojarme, me decepciona. Cuando uno lee esas posturas, uno espera que se esgriman ideas nuevas, cómos y por qués para un futuro, pues el presente ya se nos gastó y el pasado lo venimos arrastrando para nuestro infortunio.
Nos urge pensar, hablar y debatir para el futuro. Nos urge hablar de por qué el Derecho, las Políticas Públicas, los Gobiernos y Gobernantes, la Academia, la Cultura y el Arte, TIENEN que mejorar aspectos de nuestra vida a futuro, no sólo analizar lo que ya existe, mucho de lo cual existe con enormes deficiencias.
Ya no podemos perder tiempo escuchando a nuestros expertos legales hablar sobre las cosas que «se han logrado», lo que «hemos alcanzado», lo que «somos». Al menos yo, necesito saber lo que podríamos lograr, alcanzar y ser, mientras platicamos cómo.
Quizá la rama del Derecho, hoy, no puede meterse a defender a los animales, pero quiero saber cuándo lo hará. No pueden decirme que tienen una limitación física. No pueden decirme que sencillamente «no puede», porque es una creación humana, es una postura social humana, que se modifica según los humanos vayamos necesitándolo y hoy LOS HUMANOS, necesitamos modificarla para defender a los animales.
Los animales PUEDEN y DEBEN tener derechos porque nos urge a LOS HUMANOS que así sea.
Ya hay gente -se supone que especializada- atacando algunos de nuestros problemas, como la delincuencia entre humanos, la violencia entre humanos, el consumo de sustancias nocivas para humanos, la creación de instituciones para humanos. ¿Por qué seguimos sin atacar ese otro rubro, la crueldad contra los animales?
¿Creen que no hay suficientes estudios que demuestran lo que una persona cruel con los animales puede llegar a hacer, después, contra los humanos? ¿Nos hace falta hacer más análisis psicológicos, perfiles psiquiátricos, estudios sociales, estadísticas poblaciones?
¿Nadie le ha enterado al Derecho, a la Política Pública y al Gobierno del porcentaje tan alto de coincidencia que hay entre asesinos de humanos y asesinos de animales?
Una parte le corresponde a la cultura, claro, a la educación familiar, por supuesto; pero si un padre de familia sabe que si su hijo mata un perro, le costará 2 años en un tutelar o 10 mil pesos, va a insistirle a su hijo que no haga el chistesito.
Nos urge legislar para defender a los animales, castigar a los que los maltratan, para FORZARNOS a adquirir una costumbre, que con suerte, en unos años será cultura.
Podríamos esforzarnos por enseñar en las escuelas y en las casas que robar y matar es malo, y con eso debería ser suficiente, pero no, además tenemos una ley que castiga a los que lo hacen y TAMBIÉN se lo advertimos a nuestros ciudadanos, por aquellos a los que no les quede claro por cultura o por educación.
Es el mismo principio. Tenemos que darles derechos a los animales para darnos una herramienta de mejora social. Para forzarnos a respetar un aspecto que por atacarlo, nos está produciendo peores niños y adolescentes, que son los adultos podridos del futuro.
Los animales SÍ PUEDEN tener derechos, porque el Derecho, desde el punto de vista moral, ético o jurídico, es una creación humana que podemos modificar a placer y sólo hace falta que decidamos PROTEGERLOS por ley, así como hemos decidido USARLOS por ley.
PUEDEN y DEBEN tener derechos los animales porque tenemos que contribuir, aunque sea en una micra más, a mejorarnos como seres HUMANOS.
Que nuestra sagrada calidad de «ser pensante» valga de algo, por el bien nuestro, antes de que llegue ese Apocalipsis del 2012, que más que fuego ardiente y temblores catastróficos, parece aproximarse en la forma de una podredumbre humana que va escalando en intensidad.
No argumento ni defiendo algo por chisme, por lo que aquí les dejo el enlace del artículo escrito por el Licenciado Robles Scott, a quién le agradezco, claro, el diálogo respetuoso que en todo momento tuvo, coincidamos o no.
Probablemente uno de los tópicos más recurrentes cuando se abren las «preguntas» respecto a los animales de compañía, tienen que ver con su nutrición. ¿Qué le doy de comer? ¿Cuál marca es la mejor? ¿Y la más barata que valga la pena…? ¿Es complicado saber cuánto?
La principal pregunta, por supuesto, es “¿Realmente vale la pena pagar un precio más elevado por un alimento ‘Premium’?» Si buscas una respuesta rápida: Sí. Lo vale, si realmente es Premium.
Cuando comparas los alimentos para mascota, debes tener en cuenta, primero, lo que invierte cada marca en investigación. No, no se requiere ser científico para enterarse, de hecho es mucho más sencillo y es un poco cuestión de sentido común.
Muchas veces su alimento depende de la variación del mercado, básicamente, si el trigo es más barato en cierta temporada, pondrán este en lugar del sorgo, pero cuando el precio cambie, cambiará el ingrediente. Lo mismo con la carne y los vegetales. ¿Qué tiene esto de malo? En términos comerciales nada, de hecho es muy bueno para ellos, pero para tu perro no tanto, pues resulta que aunque le des siempre la misma marca y la misma categoría, un tiempo le estás dando ciertos ingredientes y de repente, sin que te des cuenta, otros.
Para los perros, el cambio repentino de comida puede hacerles daño y, a veces, en cuestión de horas. Como síntoma no mostrará más allá de una diarrea, que además, como se quita en un día o dos, no te preocupará y lo pasarás por alto.
Tipo de croqueta.
¿Has visto cómo las croquetas Premium y Súper Premium son distintas? Algunas son gordas y oscuras, otras planas, algunas más claras, una redondeadas. Esto también se debe a una verdadera investigación. La alimentación, por ejemplo, de un Gran Danés y un Pastor Alemán no debe ser igual, aunque ambos entran en la categoría de ‘Grandes’ para las marcas con poca investigación. El Gran Danés da bocados mucho más grandes, si las croquetas no son suficientemente grandes, no se detiene a masticarlas, lo que provoca una deficiente digestión. Los productores de alimentos Premium lo saben, lo consideran y preparan el alimento con eso en mente.
Si tienes una mascota alérgica al pollo (alergia más común de lo que la mayoría cree), debes preocuparte porque el alimento sea exactamente lo que requieres y no que sólo diga ser de “cordero y arroz”. De nuevo, si revisas bien, a veces resulta que EL SABOR es cordero y arroz, pero en cuanto a la masa real, esta incluye pollo. Si tu mascota es alérgica, tiende al sobrepeso, debe bajar unos kilos o tiene problemas en general, invierte en buena comida. ¡A un ser humano enfermo no lo llevas a las tortas de la esquina! ¿Por qué a tu perro que te necesita, le das cualquier cosa?
En un trabajo de análisis POR EXPERIENCIA, (es decir, sin datos científicos «avalados por la propia marca», ni panfletos propagandísticos que pueden ser subjetivos y siempre hablarán bien de la marca en cuestión) concluimos este breve análisis de algunas de las marcas más comerciales en México:
(En orden alfabético. No tiene preferencias)
Blue Buffalo
Precio: Muy Alto. Marca de reciente introducción a México, pero ya con algunos años de camino en Estados Unidos. Tiene publicidad (la gringa) interesante, pero los encargados de la marca en México de plano son malos, porque nadie los está conociendo. Sólo se conocen en Petco. De sus redes sociales ni te fíes, no tienen idea de lo que venden, en donde o cuanto cuesta. Su fortaleza: Calidad. Sin duda los ingredientes son de primera y su sabor, por ello, también. El cambio en las mascotas se nota. Su debilidad: Si le gustan a tu perro, cambiarle a una más barata cuando venga la crisis, no será sencillo. Su distribución es muy chiquita; quizá quieren jugar al «Ferrari», y establecer un «estatus de exclusividad», y por eso no se hacen publicidad, cuestan tanto y se venden en tan pocos puntos.
Cesar
Precio: Medio-Alto. La croqueta ha empezado a aparecer en el mercado, aunque ya tenía un tiempo siendo conocida la versión húmeda gourmet. Es la del Westie, que por cierto, es su emblema, no significa que todo el alimento sea para esta raza, como a muchos les da la sensación. Su fortaleza: Las croquetas son muy palatables, y muy chiquitas, hasta huelen rico. Hay opciones en carne, pollo, cachorros, parece atractivas. Su alimento húmedo es delicioso, no lo pongas en un Tupper en el refri, porque alguien se lo come en un descuido. Su debilidad: Pues lo mismo, son muy chiquitas las croquetas, y las presentaciones húmedas. Un perro bocón se las devora a veces sin masticar, no están hechas para los grandes. Distribución, es aún nueva, no esperes hallarla fácilmente. Recuerda que dar sólo alimento húmedo, generalmente causa problemas de placa en los dientes.
Diamond
Precio: Medio-Alto. Es de buena calidad y buen trabajo de desarrollo. Apoyan su publicidad en ciertos ingredientes (Omega 3, Antioxidantes) que a veces no demuestran gran diferencia en los resultados. Su fortaleza: El costo-beneficio aumenta notablemente mientras más grande es el bulto. Su debilidad: Distribución. No lo encuentras en cualquier lado y eso puede provocar que en emergencias, tengas que cambiar. Parecen muy resecas para muchos, y aunque tienen líneas «Premium» no parecen cambiar en nada más allá del empaque.
Eukanuba
Precio: Alto. Buena inversión en desarrollo, distribución y publicidad. Generalmente se sienten más secas que otras, y a veces con ello reduce la palatabilidad. Ingredientes buenos, sin duda. Su fortaleza: Distribución. Están en muchas clínicas y en el súper, aunque en muchos casos sólo en paquetes chicos. Su debilidad: Su costo y la fuerte campaña de información sobre su experimentación sobre animales, aunque han sido vendidas a una empresa mucho más preocupada por el bienestar, y es probable que eso cambie pronto.
Ganador
Precio: Medio. Han mejorado en los últimos años imagen, variedad y aspecto general. Ya no son las croquetas a granel de antes, ahora juegan mucho con las formas, colores y sabores, lo que bien puede ser marketing, pero les ha funcionado. Su fortaleza: Costo, originalidad y distribución. La distancia económica entre la línea Regular y Premium no es tan grande y se están metiendo hasta la cocina. Casi en cualquier lado las encuentras. Su chiste de las figuritas de carne y verduras funciona, aunque su «empacado individual» de dos sabores, puede provocar a un perro rastreador que deja la mitad del plato sin tocar. Su debilidad: No han logrado sacudirse el estigma de ser croquetas de «mantenimiento». Alguien de la marca debería acercarse al sector veterinario porque pocos o nadie la recomienda y eso reduce la confianza.
Hills Science Diet
Precio: Alto. Orgullosos de la ciencia que le ponen. En investigación son los líderes y su página web lo demuestra, con buena información. Te hace sentir un «padre» responsable, siempre que tu interés sea la salud de tu mascota y no tu bosillo. Su fortaleza: Calidad de ingredientes y especialización para casos médicos, como viejos, artríticos, alérgicos, etc. Es una excelente recomendación para cachorros, porque es cómo darle buena comida a un bebé, ya después puedes irle bajando al costo. Su debilidad: El precio. No puedes dejar de sentir la distancia con las otras marcas y en emergencias económicas, te va a costar. Su distribución ha decaído mucho, algo pasó con los distribuidores grandes.
Kirkland Signature
Precio: Medio. Muchos las conoce como «las de Costco». Excelente rendimiento entre costo-beneficio. Pocas variedades, pero parecen suficientes, las necesarias. Su opción Camote-Salmón (Salmon-Sweet Potato) es recomendable para adultos mayores y hasta para perros alérgicos leves. Para aquellos que no consiguen heces firmes, vale la pena probarlas. Su fortaleza: Presentación y Relación Costo-Beneficio. Para perros medianos y grandes son excelente opción por el precio/kilo. La palatabilidad es muy buena en la mayoría de sus productos. Su debilidad: Distribución y presentación. Es un arma de doble filo. Tienes que pagar la membresía Costco o que alguien te la preste, aunque la verdad la desquitas pronto. Es bueno saber que siempre están el el mismo lugar, pero a veces (aunque raro) no hay alguna variedad y se tardan en resurtirlas. El problema es si tienes perros pequeños, para los que un bulto de 22 kgs seguramente se le «orearán» mucho antes de que se las acabe.
Maxito
Precio: Medio. Aunque nuevos, se nota que no son improvisados. Parte de las muchas marcas nacientes de los úĺtimos años que le han hecho bien a la industria. Se notan los buenos ingredientes en la buena digestibilidad y buen olor. Sus croquetas para cachorros las confundes y te las echas como botana. Su fortaleza: Precio vs Calidad, en la ecuación salen ganando. Es un buen ejemplo de un precio justo. Su debilidad: Distribución y presencia. Como toda marca chica, sufre con la distribución. Si encuentras quien la venda de fijo, hay que cuidarlo. En la red es difícil hallar información sobre ellos; para competir con los grandes, van a necesitar invertir en la marca seriamente.
Mira
Precio: Medio-Alto. Bayer ha impulsado muy fuerte su línea veterinaria y MIRA es del agrado de muchos MVZ, incluso si él no la vende. Buena palatabilidad, aunque puede traducirse en el olor de las heces. Su fortaleza: Su lugar en el mercado los obliga a hacer las cosas muy bien ahorita. Y están cumpliendo. Sus productos parece hasta línea médica, por lo que el departamento de marketing merece un buen aumento. Su debilidad: Distribución. Si tienes a alguien de cabecera que te las lleve, está bien. Si no, se complica hallarlas. Podrían invertir más en promover su información. Los pequeños stands en Expos y congresos no compiten en nada y parecen desinteresados.
Nupec
Precio: Medio. Notable su palatabilidad (su sabor intenso), Incluso huelen un poco dulzonas, ningún perro puede ignorarlas. Por lo mismo, algunos perros sensibles resienten al cambio. En 3 de 5 perros, provocaron heces más olorosas y suaves. Su fortaleza: Costo – Beneficio. Es de buena calidad, con precios menos pesados. Su debilidad: Aunque va mejorando, le falta distribución. Para perros en departamento, las croquetas deben cerrarse bien, porque en serio, huelen bastante.
Pedigree
Precio: Medio-Bajo. Los líderes en ventas, pero no son los favoritos de muchos MVZ. Es la de batalla, la base. Algunos perros amarán a Pedigree, otros jamás la soportarán. Lo que es innegable, es su inversión en la conciencia social, eso sí, nadie como ellos invierte o ha invertido jamás en ayudar a los perros de calle, sin doble agenda, y sin cacarearlo todo el tiempo. Su fortaleza: Distribución. Están en todos lados, en mil presentaciones y tamaños. Si a tu perro le gustan, nunca se quedará sin alimento. Su debilidad: Son como unos tacos en la calle: a los fuertes les encantan, a los princesitos, les caen de peso.
Pro Plan
Precio: Alto. Si hablamos de Purina en global, por su variedad, tienes muchas opciones de ingredientes, presentaciones y costos. Hacen muchas cosas de gran sabor, pero también tienen la típica croqueta X. Si vas a ir con ellos, yo invertiría en Proplan, no en Dogchow. Su fortaleza: Distribución y variedad. Esto sí es de todo y para todos. Su debilidad: Lo realmente bueno, es caro; lo barato, no siempre resulta bueno.
Royal Canin
Precio: Medio-Alto a Alto. Hacen cosas muy especializadas, aunque a veces parece demasiado. La información que dan es buena y su investigación también. Entendieron que estaban muy caros y en lugar de bajar precios, hicieron una línea más barata. Su fortaleza: Su variedad. Su opción económica no está nada mal. Sus avances en investigación han crecido mucho, vale muchísimo la pena acudir a sus versiones Gastro, cuando de plano no le hallas al intestino de tu mascota. Alérgicos, sus versiones Hipo y Analergénicas, son muy buenas. Su alimento húmedo es genial. Su debilidad: Algunas se sienten muy grasosas, y hacer alimento «por raza», parece demasiado, en algunas no puedes evitar pensar en el costo. Su distribución ha bajado, el encargado de moverla en México, se está quedando corto.
Escoge un buen distribuidor
Busca un buen distribuidor si lo que quieres es evitar la bronca de encontrar las mismas croquetas siempre. Yo no confío mucho cuando alguien que atiende, a fuerza me recomienda sólo una marca, y me hace pensar que su opinión es sesgada.
También checa cómo se refiere a tu mascota. Mi papá solía decir que “taquero que no está gordito, no es buen taquero”. Bueno, pues yo digo: “Distribuidor de croquetas que no tiene perro, no es buen distribuidor”. Y seguro que eso lo notarás en su voz y en su forma de expresarse.
No te cases con una marca sólo porque está más a la mano, o porque tu vecino / amigo / compadre / primo dice que a sus perros les cae de maravilla. Cada perro, en cada casa, es un individuo y hay que aprender a conocerlos.
El no pensar en algo, por doloroso, triste o temible, hace que la mayoría de nosotros no estemos preparados cuando sucede. Es por ello que la muerte de nuestros seres queridos, las mascotas incluidas, no es algo para lo que mucha gente se prepare.
Es perfectamente comprensible -hasta lo comparto- que a los niños con mascotas no se les pida pensar en la muerte de ellas con demasiada frecuencia, pero nosotros adultos, debemos tener la responsabilidad de pensarlo, estar conscientes y sí, prepararnos para dicho momento.
En nuestro país, a diferencia de los países del llamado ‘primer mundo’, los funerales para mascotas no son muy comunes. Esto sucede, sobre todo, por dos factores. El primero, el motivo por el que taaantas cosas nos pasan, es la desinformación: no sabemos que existen. El segundo, es por una cuestión de conceptualización: La cultura general nos hace ver que estos ritos diseñados «para humanos» se vuelven ‘ridículos’, ‘exagerados’ o incluso ‘irrespetuosos’ si se aplican a los animales.
Afortunadamente, ante ambos asuntos, hay cura.
En nuestro país, particularmente en nuestra ciudad, no hay muchos servicios funerarios para mascotas, pero los hay.
Hay que aclarar que cuando hablamos de «servicios funerarios» nos referimos a personal capacitado, que realmente sabe manejar el asunto en la parte práctica y en la parte emocional. Esto lo menciono porque desde luego hay varios servicios de cremación de mascotas, pero esto no significa que sean servicios funerarios. Desafortunadamente, muchas clínicas veterinarias ofrecen a sus clientes «hacerse cargo» de la mascota cuando muere, pero este manejo no es más que llevarlo con simpleza (por decirle de alguna forma al hecho de meterlo en una vil bolsa de plástico) y llevarlo a incinerar, en instalaciones que carecen de la higiene y seguridad necesarias, no se diga del respeto mínimo a un ser que nos entregó su corazón por años. El resultado: no sabemos si las cenizas recibidas (en el caso de los que las entregan, porque muchos ni eso) son realmente de nuestra mascota, mientras puede permear la sospecha permanente de que el cuerpo de tu mascota esté siendo usado en alguna escuela veterinaria; pocas ofrecen alguna garantía para saber que tu recién fallecido amigo no está siendo tirado en algún basurero, con lo doloroso e insultante que esto resulta, mientras la gente que te dijo que lo incineraría, se ahorra el gas y el tiempo necesario para realmente hacerlo.
La consecuencia: El recuerdo eterno de una despedida en la que se le falló al ser que cada día dio amor incondicional y una lealtad que habría demostrado con su vida.
En el otro extremo, hemos tenido la fortuna de contactar con uno de los servicios cuya calidad y transparencia es realmente para remarcarse. Platicando con la compañía Pets Memorial nos enteramos que sí existe en nuestra ciudad un sistema como el suyo, completo, serio, inteligente y accesible.
Brenda Montes, Coordinadora de Logística de Pets Memorial, abre con una frase que explica la importancia de este proceso con claridad: «Sólo tienes una oportunidad para hacerlo. La muerte y por tanto, la despedida de tu mascota, es algo que sólo vivirás una vez, es un momento irrepetible que recordarás por siempre. Si te equivocas, si no te ocupas de cada aspecto para que se haga de la mejor manera, te quedarás con un recuerdo malo, duro, triste, imposible de borrar.»
Un verdadera compañía de servicios funerarios actúa cuando lo necesitas, no cuando ‘tiene espacio’. De entrada, deben estar disponibles las 24 horas del día. Claro, nadie puede tener personal que labore sin descansar, pero en los tiempos en que la tecnología está al alcance de todos, no se puede perdonar la falta de comunicación, por lo que deben tener formas de contacto en todos los rubros. Teléfonos con correo de voz y/o contestadoras, por los casos en que el momento llega a media madrugada. Debe tener correo electrónico y página de internet, bien diseñada, que cuiden los detalles tanto como deberán cuidar a tu mascota en su último viaje.
Checa tú los detalles. Antes de que sea necesario, llama a alguna de estas compañías y checa cómo se refieren a tus mascotas. No es bueno cuando dicen ‘el animal’. No es bueno cuando la persona que te atiende parece tener prisa o te dice los precios antes de que lo preguntes. Incluso puedes preguntar por planes ‘adelantados’, es decir, preparar el servicio y que tengan tus datos para que cuando ocurra no tengas que echar todo un rollo.
Si tu mascota muere en tu casa o en la veterinaria, no debe haber diferencia para ellos. Un servicio funerario debe ir a recogerla a donde esté, en una camilla, no en costales, bolsas o nada que se le parezca. Debes fijarte que aborde un transporte establecido específicamente para ello, con el respeto y la seriedad que se merece ese gran amigo tuyo.
La tramitología no debe ser engorrosa. En cuestión legal no lo es, así que un verdadero servicio de calidad no tiene que complicarte con mil «permisos». Si los contratos o formularios son muy extensos y con muchas letras ‘chiquitas’, debes revisar que no estés autorizando otra cosa, como el uso de ese cuerpo para algo más.
Y después, la cremación. El proceso se debe llevar a cabo de la manera más transparente posible y en las mejores instalaciones. Uno de los principales problemas de los malos servicios, los que sólo «incineran», es la oscuridad en la que todo se maneja. Un buen servicio, si te sientes listo para ello, debe permitirte presenciar el proceso completo en el que tu mascota es ingresada al horno de cremación, sin otros elementos y, si así lo decides, sin ninguna otra mascota. Debe permitirte acudir con tu familia o amigos, realmente despedir a tu mascota como tú lo decidas e incluso estar listo para ofrecerte un espacio en donde le hagas el rito religioso que quieras. Algunos, como yo, creemos que el Dios que nos cuida a los humanos, ama y cuida de la misma manera a nuestros animales, por lo que no tiene nada de malo pedirle a un sacerdote que haga una oración por él. Se comprende que la mayoría de las religiones no pueden llevar a cabo los mismos sacramentos que utilizan para un difunto humano, pero no pueden negarte su ‘bendición’ o como quieras llamarle.
Cuando esto haya pasado, debes y puedes pedir que te la entreguen en distintas formas y urnas. Las hay de tipos, precios y tamaños, de acuerdo a lo que te guste.
En el caso de Pets Memorial, nos encantó encontrar que no sólo cumplen con todo lo antes mencionado, sino que lo han perfeccionado. Su directora general, Monserrat Berriel, puede ser jefa de una empresa, pero no deja de ser un usuario potencial que comprende tu situación.
De hecho, el nacimiento de esta empresa es producto de lo contrario. Cuando la fundadora de Pets Memorial perdió a su mascota Xirro, se enfrentó a un sistema horrible, falto de respeto y seriedad, que le dejó un amargo sabor de boca y un, aún más, triste recuerdo.
Por eso buscó crear una empresa que le ofreciera a la gente lo que ella no encontró: respeto.
Esa mascota te entregó cariño, lealtad, amistad… amor. No merece menos que una despedida amorosa.
Y si a todos estos elementos ideales le añado que DEBEN SER, es por la importancia de ello para tu bienestar emocional. Debemos estar conscientes que cuando llegue ese momento, enfrentarás una PÉRDIDA, una parte de tu vida, tan importante y grande como quieras sentirla, se está yendo, no hay nada más sano que cerrar ese círculo con la calma y seguridad que debes. Es importante para tu mente, tu emoción, para tu alma vaya.
Si recomendamos con tanta vehemencia un servicio como el de Pets Memorial, es porque los conocemos y hemos visto su forma de trabajo. Es porque son amantes de los animales trabajando para los animales, lo que es sí mismo una gran recomendación ya.
Yo, como saben muchos lectores a los que agradezco, tengo 5 perros que son como mis hijos. ¿Sus edades? 13, 10, 6, 2 y 1 año. Aunque no me gusta imaginarlo, TENGO que estar preparado, en dos de ellos porque la edad ya no es corta y el tiempo no se puede detener, en los demás porque nunca sabemos lo que nos depara la vida. Sé que cuando ocurra la muerte de cualquiera de ellos, mi mundo se va a nublar y no podré ni pensar coherentemente, así que necesito a especialistas de mi lado, a gente que comprenda la situación y esté lista para ayudarme a decidir lo mejor.
Con toda sinceridad, yo ya tengo mi plan adelantado con Pets Memorial. No son los únicos, puedes buscar más opciones, pero por lo pronto, te dejo los datos de aquellos que conozco en realidad y por quienes puedo hablar.
Disfruta a tus mascotas a cada segundo. Prepararte para su muerte no es «echarles la sal» es amarlos lo suficiente para no permitir que tu tristeza te haga equivocarte en un momento crucial.