La (¿nueva?) tendencia del Pet Parenting


Ver a nuestros perros  y gatos como un miembro de la familia, con todas sus consideraciones y cuidados, y no sólo como un extra opcional al que se le coloca al final de la lista de prioridades entre los integrantes de la misma, parece asombrar aún a instituciones y medios no especializados hoy en día, aún cuando para nosotros sea algo tan lógico como natural.

El término Pet Parenting, ha ganado cada vez más espacio al mencionar nuestra relación con las mascotas, aunque en español aún suena un poco conflictivo para muchos su traducción, que sería algo así como “Paternidad de Mascotas”, pues la figura de papá o mamá, aún resulta un tanto “sagrada” para muchas personas que consideran transgresor dar ese nombre también a la persona que cuidan de un animal.

Perrhijos y Gathijos, empero, se han tomado cada vez más, cómicamente o no, como términos aceptables, así como simplemente hablar referirse a los animales en casa como “los niños” o “mis hijos”.

El cambio no es realmente una novedad, y hace mucho dejó la posibilidad de haber sido una “moda”. Desde 2013, la casa de estudios de calidad Mintel, reportó que en Estados Unidos un abrumador 96% de los dueños de mascotas consideraban a sus animales como “miembros de la familia”, mientras que desde 2014 la encuesta de Wakefield Research decía que para el 54% de los dueños de mascotas ‘milenials’ (personas nacidas después de 1980-81) era indispensable cenar al mismo tiempo que sus mascotas.

La pandemia que comenzó en 2020, sólo parece haber venido a enfatizar más estos resultados. La misma agencia Mintel, reporta que el 63% de las personas con animales en casa han pasado significativamente más tiempo con sus mascotas desde la pandemia, y esto ha abierto los ojos y corazones a los que faltaban, pues les han acompañado al lado mientras trabajaron, se reunieron virtualmente con otras personas, tomaban clase, en fin, en esos momentos antes reservados y en ausencia de mascotas, por lo que los lazos son cada vez más fuertes y cercanos.

Parece que el amor por las mascotas ha evolucionado, y la única conclusión posible es que siga creciendo.

Deja un comentario