Animales: una medicina para el ser humano


Compartir la vida con un perro, un gato u otro animal nos trae más beneficios de los que podemos imaginar. La compañía y convivencia diaria con ellos genera vínculos afectivos y emocionales tan fuertes como los que tenemos con familiares o amigos.

La Asociación Psicológica de Estados Unidos afirma que las personas que viven con un animal y que practican una tenencia responsable tienden a elevar su autoestima, son menos solitarias y experimentan menos ansiedad. La empatía humano – animal también ayuda a liberar el estrés, así como a disminuir la depresión y estimular la memoria.

De acuerdo con la Psicóloga Teresa Ramírez, “tener un perro incrementa la autoestima porque estás siendo útil y cubriendo las necesidades de un ser vivo que en todo momento manifiesta su amor y alegría por estar contigo”. Agrega que acariciar a un perro, sacarlo a pasear y jugar con él vuelve más activo al dueño, lo que se traduce en relajación y menos tensión.

Estudios recientes han demostrado que tener un gato o un perro reduce la presión arterial, además de que su presencia funciona de entretenimiento y distracción ante el dolor provocado por la pérdida de un ser querido. Incluso está comprobado que animales, como los caballos y delfines, sirven de terapia ante diversos padecimientos.

Para la Psicóloga Teresa Ramírez, “el animal da una razón de vivir a personas que no tienen ganas de levantarse por las mañanas y que quieren dormir todo el tiempo (…) sobre todo ayuda a salir adelante a quienes han sufrido una pérdida”. Destaca que los animales también son un gran aliciente para los adultos mayores que enfrentan la soledad o que realizan pocas actividades. “Una persona de la tercera edad a veces no tiene con quien hablar y lo hará con su perro, lo cual le provocará satisfacción”, afirma.

Así que ya sabemos. Convivir con un animal siempre será garantía de bienestar y felicidad.

Amor y Odio entre hermanos

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