No se necesita ser nutriólogo para darle a tu mascota la cantidad adecuada de comida. Aunque no todos los alimentos son iguales, queremos que puedas calcular con éxito lo que tu amigo necesita.
Atención: si tú sólo quieres que te digas «cuántos vasitos» de croquetas necesita, este artículo no es para tí, y sinceramente, quizá alimentar a la mascota de la casa no debería ser tu labor, porque aunque no tiene que ser complicadísimo, también se debe entender que como un miembro de la familia, necesita que le dediques un poco de esfuerzo a su bienestar, y no simplificar todo en «recetas».
Ok ¿todos comprometidos y realmente interesados en saber nutrir a sus perros? Entonces comencemos.
La mayoría de los perros y gatos que tenemos como animales de compañía, se encuentran en un estado de mantenimiento, es decir, aquel que se da cuando un animal ha llegado a su tamaño adulto, no está gestando, lactando y no realiza gran actividad.
A menos que nos dediquemos a la crianza formal o al entrenamiento de animales para labores formales (rescate, detección, guía), nuestras mascotas se encuentra en esta etapa, en donde la buena alimentación es indispensable pero no es especializada en términos de su actividad.
No necesitamos, por ejemplo, saber o proporcionar cantidades exactas de proteínas, porque no demandamos específicamente el consumo de éstas con su actividad. Nuestros amigos en estas condiciones deben consumir un alimento de alta calidad, formulado para animales adultos, que aporte los nutrimentos diarios requeridos para que logren obtener y mantener un estado óptimo de salud y un peso corporal ideal.
Pero esto no significa que tenemos que convertirnos en nutriólogos ni que el proceso es complicado o es sólo comprensible por especialistas. Al contrario, cualquier amo puede calcular esta necesidad alimenticia, y si se hace una vez que el perro o gato entró en etapa adulta, sólo necesitará hacerse una vez en mucho tiempo, siempre que nuestro animal no presente cambios o signos que nos indiquen un rechazo.
Todo se complica con ciertos factores que hemos supeditado a nuestro criterio, antes que a lo que ya sabemos por ciencia. Algunos de los errores más comunes:
1.- No hacer uso del alimento balanceado, ya diseñado para nuestros animales (alimento húmedo o croquetas), prefiriendo la alimentación “casera”, cocinada por nosotros mismos; con lo que el cálculo de las calorías que aportamos se vuelve mucho más complicado e inseguro.
2.- “El ojo de buen cubero”; ese cálculo que basamos en la observación del “hambre” de nuestro animal (que puede estar varias veces por encima de lo que necesita) o en medidas subjetivas (como “puños”).
3.- La confianza extrema en la “sabiduría de la naturaleza”; la creencia de que los animales son sabios a un nivel casi fantástico, y que ellos “saben lo que necesitan” y no comerán más de lo debido.
Los malos hábitos de alimentación de estos animales, aunado a su vida sedentaria, han generado una gran incidencia de obesidad. Por ejemplo, los gatos que permanecen exclusivamente en casa, tienen menos oportunidades o inclinación al ejercicio que aquellos que tienen acceso al exterior, por ello, tienen mayor propensión a la obesidad y deben ser más vigilados en su alimentación.
Ésta se puede prevenir regulando la ingestión de alimentos del animal, acompañado de ejercicio diario, ya sea en forma de paseos, carreras, juegos activos, natación, etcétera.
El control de la ingesta de alimentos se puede conseguir con el uso de raciones; se pueden proporcionar dos comidas diarias a intervalos regulares.
La cantidad de alimento puede derivar de las indicaciones impresas en las etiquetas de las bolsas de alimento, y aunque es un buen punto de partida, en un plano ideal cada individuo debe alimentarse dependiendo de su nivel de actividad, su temperamento, su estado corporal y su peso.
Es cierto, algunos perros son capaces de regular su ingesta alimentaria cuando se les proporciona una dieta a libre acceso, pero son casos realmente inusuales. La mayoría de ellos tienden a la glotonería en algún punto, pues los mismos cambios en el ambiente pueden darle señales equívocas, como la presencia de más animales, la llegada a la familia de nuevos miembros, el cambio de casa o de lugar de comida en la misma casa, etc., y con esto, ganan peso.
El caso de los gatos es distinto, no son animales voraces, comen pequeñas cantidades de alimento frecuentemente a lo largo del día. La mayoría de ellos se adaptan fácilmente a la alimentación a libre acceso y son capaces de mantener su peso corporal, pero si un gato no logra mantener su estado corporal normal con una dieta de elección libre, deberá introducirse una dieta que controle el volumen de sus raciones. Los gatos tampoco deben ser “gorditos”.
No se necesita ofrecer una gran variedad de alimentos a los perros adultos, ya que la mayoría de ellos pueden mantenerse bien con una dieta constante de alimento equilibrado y con un buen aporte de agua limpia.
Si existen cambios de dieta frecuentes, pueden sufrir alteraciones del tracto gastrointestinal (diarreas y vómitos); así que si se va a cambiar el alimento del animal, el cambio debe hacerse de manera gradual, mezclando cantidades crecientes con el alimento original del perro a lo largo de varios días.
En general, tanto para perros, como para gatos, se recomienda el uso de alimentos secos, ya que son calóricamente menos densos, son más fáciles de administrar y, económicamente más rentables, además de que se pueden conservar frescos durante más tiempo y pueden ayudar a contribuir a mantener una higiene dental y gingival adecuadas.
Y ahora… ¿cómo saber la cantidad de calorías que aporta el alimento balanceado que le estamos dando a nuestro animal?
Lo primero es que tenemos que aprender a interpretar la información que tiene el empaque. Todos los alimentos, sin importar la marca, manifiestan el contenido de proteína, grasa y carbohidratos que contiene. Por lo general, de estos componentes, las que aportan mayor cantidad de calorías en términos numéricos son las grasas, pues aportan 8.5 Kilocalorías por gramo de alimento (Kcal/g) en comparación con las proteínas y carbohidratos que aportan 3.5 Kcal/g.
Para entender lo anterior veamos el siguiente ejemplo:
El alimento de la marca X, contiene, por cada 100 gramos :
50 % de carbohidratos
27 % de proteína
12 % de Grasa
Luego entonces multiplicamos el % del contenido por la cantidad de Kcal/g que aporta cada elemento:
50 x 3.5 = 175
27 x 3.5 = 94.5
12 x 8.5 = 102
TOTAL: 371.5 Kcal por cada 100 g de alimento.
Ya tenemos la cantidad de Kcal que proporciona el alimento que le damos a nuestro animalito. Ahora lo que tenemos que calcular es cuantas kilocalorías necesita consumir nuestra mascota, para lo que veremos el siguiente ejemplo:
La cantidad de energía que necesita nuestro animal se llama energía metabolizable y se calcula elevando el peso de la mascota al cubo, al resultado se le saca la raíz cuadrada dos veces y el resultado se multiplica por un factor de corrección dependiendo del estado biológico de nuestro animal.
Quizá esta fórmula te suene complicada y demasiado matemática, pero en realidad son sólo unos cuántos pasos, máxime si usas cualquier calculadora.
El factor de corrección es un cálculo de mantenimiento calórico que se ajusta con la actividad de cada animal. Por ejemplo, para un paciente con poca actividad física, el factor de corrección hace que el resultado se multiplique por 70, si el paciente tiene actividad física, entonces el factor es 110 y puede incrementarse incluso hasta 150 si dicha actividad es muy fuerte.
Seguramente lo verás más sencillo con este caso específico:
Nuestro paciente es un Poodle que pesa 24 Kg y solo está en la casa, sin desarrollar ningún tipo de actividad física. (Ir de un lado a otro, subir o bajar de la cama, o emocionarse cuando llegas, no cuenta como “actividad física”)
Elevamos sus 24 kilos al cubo:
24 x 24 x 24 = 13824
A este resultado le sacamos raíz cuadrada dos veces: 10.84
Multiplicamos este por su factor de ajuste:
10.84 x 70= 759 Kcal al día
Aquí está lo que necesita comer este amigo en el día. Si el perrito come 3 veces al día, luego entonces:
759/3 = 253 Kcal por ración.
Finalmente digamos que usamos el alimento de marca X, con el que hicimos el primer cálculo, entonces tenemos:
El alimento proporciona 371.5 Kcal por cada 100 g
Nuestro paciente necesita 253 Kcal para cada ración.
Por lo tanto realizamos una regla de tres: si 100 g de alimento contienen 371.5 Kcal, ¿cuántos gramos de alimento necesito para proveer 253 Kcal?
(253 x 100)/371.5 = 68.1 g por cada ración
Ahora sólo necesitas cualquier contenedor de cocina con medidas y podremos, sin duda, nutrir a nuestros animales en forma correcta.
Y si ya sabes cómo nutrir a tu mascota, sólo necesitas ser constante, de preferencia, con el tipo de alimento que les des. Prueba tanto como quieras, de la marca que quieras, hasta hallar la que mejor le caiga y más le guste a tu mascota.
Para nosotros, particularmente, ha sido de gran ayuda contar con un distribuidor de croquetas a domicilio, pues te garantiza conseguir la misma marca y te ahorra buscarla de tienda en tienda.
Por eso te dejamos los datos de nuestro distribuidor, Arturo, de El Croquetón, con quien además nos une una relación de colegas por el bienestar animal, pues nos lo encontramos frecuentemente levantando perros en situación de calle y hallándoles hogar.
Y eso, aunque él no quiera, siempre lo vamos a presumir.
Conoce la empresa de un amante de los animales, buscando nutrirlos mejor, aquí:
Interesante artículo, SOBRE todo la parte en la que detallas el calculo de la ingesta de calorías por día. Sin embargo, me parece un crimen condenar a nuestros peludos amigos a comer esas galletas energéticas llamadas alimento, sea la marca que sea. Ni la comida hecha en casa ni el alimento por sí solo podría nutrir adecuadamente a nuestro perro. Como ser vivo que es, me rehuso a darle exclusivamente alimento hecho a base de no se qué…sin ser experto, ni estudioso de los ánimales, me parece que se puede llegar a un punto medio entre la comida de casa y los alimentos. Uno aportando lo que el otro no ofrece. Sin revolver claro,puesto que, ya se sabe, ambas comidas se digieren diferente.
Saludos y gracias por la excelente labor de informarnos. Ya que todos queremos el bienestar para nestros peludos amigos.
Hola, me pareció muy acertado el artículo pero tengo un par de recomendaciones:
-En la parte donde dices sobre los nutrientes que debemos de transformar a Kcal deberías de mencionar cómo se expresan los carbohidratos en las bolsas de alimento comercial, me baso en un Dog Chow que dice PROTEÍNA CRUDA, GRASA CRUDA, FIBRA CRUDA, etc etc etc gente que no ha estudiado veterinaria no tiene idea de este tipo de cosas, deberías de mencionar un poquito de eso a mi parecer.
-Tenía entendido que el factor 70 solo se usa para perros totalmente inactivos, llámese un perro hospitalizado, por ejemplo. El factor 99 se sugiere para un perro por ejemplo de patio que puede decirse que es perezoso y su actividad se restringe al patio.
hola tienes toda la razon, todo es correcto hasta el factor de correccion, despues de multiplicar por 70, todavia falta multiplicar por el estado Y/O actividad, es decir sin tanto rollo, son 3 constantes: 1.5 si es solo mantenimiento, 1.8 si es un postoperatorio o convaleciente y 2, si es un cachorro o con actividad media, estos son los mas comunes, ahora si es un perro de arrastre o de deportes extremos pues por 3-4 depende, lo mismo si es una perra lactando, en el ejemplo del articulo para mi, suponiendo que fuese un perro de mantenimiento, los 759 hay que multiplicarlo x 1.5= 1138/3=379 x100=37950/371=102 grs por racion o sea 306 grs al dia no 253.
Cómo saber cuántos carbohidratos contiene si no lo dice el empaque? De qué forma se puede deducir?
Muy SENCILLO: Si la proteina marca 29% y la grasa cruda 18% la suma de esto, menos la humedad te da los carbohidratos, con una humedad del 12%, tendrias que trabajar con 88%, es decir al 100% le restas 12 de humendad y te quedan 88, a este 88 le restas 29 de proteina y 18 de grasa, el resultado son tus carbohidratos: 29+18= 47 entonces 88-47= 41 estos son tus carbohidratos.