Por qué DEBEN tener derechos los animales.


Hace un tiempo, tuve la oportunidad de revisar un texto escrito por el Licenciado Rafael Robles Scott, en la página Gurú Político, en el que, desde su título, argumenta el Por qué NO pueden tener derechos los animales.

Más allá de los extremismos violentos y las reacciones que todos aquellos simpatizantes de los derechos animales podríamos tener en primera instancia, cabe aclarar que el Licenciado hace un ejercicio jurídico que observa el asunto desde el punto de vista del Derecho, estrictamente. Esto no lo digo disculpando la postura del autor (que no le hace falta, ni lo pide), ni mucho menos compartiendo su ángulo. Lo digo porque es justo comprender antes de reaccionar, que el Licenciado no es un simpatizante de la defensa animal, pero no está escribiendo en su contra.

Su punto de vista, puramente el de un Abogado, refiere que el Derecho (como un ente moral, casi místico) no está capacitado para otorgar derecho a los animales pues, básicamente, sólo es aplicable  -y cito- «a otro, y el otro es uno idéntico a mí». O sea, el Derecho es para los humanos, porque los humanos lo creamos y sólo podemos legislar y decidir por encima de nosotros mismos.El infierno del Circo

Dice el autor que para legislar derechos sobre ellos, tendríamos que legislar sobre la «crueldad» y que eso es tan subjetivo que mejor no nos metamos. Aclara, sí, que la crueldad contra HUMANOS sí se puede medir y castigar, porque afecta a eso, a humanos. Pero contra los animales no. Nos pide luego que nos preguntemos en qué nos afecta personalmente que un humano violente a un animal. ¿En qué nos perjudica? Claro, esto lo dice asumiendo que la respuesta es «En nada que no sea subjetivo y sentimental», para desde luego enfrentarnos contra el hecho de que el Derecho no puede legislar sólo por cuidar los sentimientos.

Honestamente no entiendo la imposibilidad de ver la afectación. Los animales deberían tener derecho de vivir, sencillamente. No los vamos a dejar votar en las elecciones o reclamar un predio (que quizá deberíamos), sólo deberíamos respetar y defender su derecho a VIVIR. ¿Por qué? ¿En que nos afecta? En que nuestro planeta no puede exsitir sin ellos, y nosotros no podemos existir sin el planeta.

Muchas comunidades en el mundo reciben cada año tormentas e inundaciones que nunca antes habían tenido (y para las cuales no tenían preparación alguna) y los gobiernos atinan a decir que son “desafortunado caprichos de la naturaleza”, claro, para no afrontar la responsabilidad. Nadie legisla contra la sobreproducción ganadera, los empresarios crían más ganado del que pueden, matan a todos los depredadores posibles (el Lobo Mexicano está extinto en vida libre ya), liberan al ganado en campos silvestres, acaban con los pastos, el suelo se erosiona, el bosque se reduce, el agua puede pasar y las nubes de tormenta no encuentra oposición. Algo similar, pero al revés, pasa con las «sorpresivas» sequías.

El que no se haya legislado para defender a un perro de la crueldad humana, lleva a miles de niños a ver sus padres patear a uno hasta la muerte (porque se acercó demasiado y no le gustan), lo que le hace aprender que PUEDE patear al ser vivo que no le guste. Lo que claro, después tendremos que castigar con las leyes humanas, cuando pateé a un humano hasta la muerte. ¿Corregimos o prevenimos?

No legislar contra la explotación canina o contra la venta ilegal y descontrolada de mascotas, nos ha llevado a tener a 2 millones de perros callejeros, SÓLO en el área metropolitana, lo que nos afecta al obligarnos gastar millones de pesos al año en la limpieza de las calles, el control urbano de estos y la manutención de esos infiernos sin legislar que les llaman «perreras».

Tigres, al borde de la desapariciónNo legislar contra los Circos, contribuyó a llevar al Elefante, a los Osos o al Tigre al borde de la extinción, así como a muchos accidentes, algunos incluso fatales, de animales de circo que reaccionaron conforme a su naturaleza, dentro de una área urbana.

Existen comunidades en México que están al borde de la desaparición, por la sobre explotación (no regulada) de la minería. ¿Por qué se llegó a ese punto? Porque no había leyes duras y concretas que defendieran el medio ambiente y pusieran límites sobre hasta donde, cuánto y cuándo.

¿No nos afecta directamente la crueldad contra los animales y el medio ambiente?

En una vista rápida pues, el artículo diría que no tenemos la facultad de defenderlos porque no somos uno de ellos, no tenemos derecho.

Lo curioso es que sí se legisla SOBRE ellos. Porque por ley SÍ tenemos derecho a usarlos, consumirlos o procrearlos para después venderlos, vivos o muertos. Sí tenemos derecho a establecernos sobre sus áreas habitables. Sí tenemos derecho a ATACARLOS, pero no tenemos derecho a DEFENDERLOS.

Su postura jurídica se comprende después de una par de leídas. Dice que no se mete en la moral, la ética, la filosofía; que su artículo es puramente legal. Desde mi perspectiva, eso es pisar terreno seguro. Debería avisarnos, antes de comenzar a leer, que sólo platicará sobre lo que el Derecho hace hasta hoy, puede hacer, no sobre lo que podría o sobre lo que se debería hacer.

Es una explicación pues, legal, sobre la rama tan limitada sobre la que camina el Derecho respecto a los animales. Eso, más que enojarme, me decepciona. Cuando uno lee esas posturas, uno espera que se esgriman ideas nuevas, cómos y por qués para un futuro, pues el presente ya se nos gastó y el pasado lo venimos arrastrando para nuestro infortunio.

Nos urge pensar, hablar y debatir para el futuro. Nos urge hablar de por qué el Derecho, las Políticas Públicas, los Gobiernos y Gobernantes, la Academia, la Cultura y el Arte,  TIENEN que mejorar aspectos de nuestra vida a futuro, no sólo analizar lo que ya existe, mucho de lo cual existe con enormes deficiencias.

Ya no podemos perder tiempo escuchando a nuestros expertos legales hablar sobre las cosas que «se han logrado», lo que «hemos alcanzado», lo que «somos». Al menos yo, necesito saber lo que podríamos lograr, alcanzar y ser, mientras platicamos cómo.

Quizá la rama del Derecho, hoy, no puede meterse a defender a los animales, pero quiero saber cuándo lo hará. No pueden decirme que tienen una limitación física. No pueden decirme que sencillamente «no puede», porque es una creación humana, es una postura social humana, que se modifica según los humanos vayamos necesitándolo y hoy LOS HUMANOS, necesitamos modificarla para defender a los animales.

El típico Oso de CircoLos animales PUEDEN y DEBEN tener derechos porque nos urge a LOS HUMANOS que así sea.

Ya hay gente -se supone que especializada- atacando algunos de nuestros problemas, como la delincuencia entre humanos, la violencia entre humanos, el consumo de sustancias nocivas para humanos, la creación de instituciones para humanos. ¿Por qué seguimos sin atacar ese otro rubro, la crueldad contra los animales?

¿Creen que no hay suficientes estudios que demuestran lo que una persona cruel con los animales puede llegar a hacer, después, contra los humanos? ¿Nos hace falta hacer más análisis psicológicos, perfiles psiquiátricos, estudios sociales, estadísticas poblaciones?

¿Nadie le ha enterado al Derecho, a la Política Pública y al Gobierno del porcentaje tan alto de coincidencia que hay entre asesinos de humanos y asesinos de animales?

Una parte le corresponde a la cultura, claro, a la educación familiar, por supuesto; pero si un padre de familia sabe que si su hijo mata un perro, le costará 2 años en un tutelar o 10 mil pesos, va a insistirle a su hijo que no haga el chistesito.

Nos urge legislar para defender a los animales, castigar a los que los maltratan, para FORZARNOS a adquirir una costumbre, que con suerte, en unos años será cultura.

Podríamos esforzarnos por enseñar en las escuelas y en las casas que robar y matar es malo, y con eso debería ser suficiente, pero no, además tenemos una ley que castiga a los que lo hacen y TAMBIÉN se lo advertimos a nuestros ciudadanos, por aquellos a los que no les quede claro por cultura o por educación.

Es el mismo principio. Tenemos que darles derechos a los animales para darnos una herramienta de mejora social. Para forzarnos a respetar un aspecto que por atacarlo, nos está produciendo peores niños y adolescentes, que son los adultos podridos del futuro.

Los animales SÍ PUEDEN tener derechos, porque el Derecho, desde el punto de vista moral, ético o jurídico, es una creación humana que podemos modificar a placer y sólo hace falta que decidamos PROTEGERLOS por ley, así como hemos decidido USARLOS por ley.

PUEDEN y DEBEN tener derechos los animales porque tenemos que contribuir, aunque sea en una micra más, a mejorarnos como seres HUMANOS.

Que nuestra sagrada calidad de «ser pensante» valga de algo, por el bien nuestro, antes de que llegue ese Apocalipsis del 2012, que más que fuego ardiente y temblores catastróficos, parece aproximarse en la forma de una podredumbre humana que va escalando en intensidad.

Trabajo de todos

No argumento ni defiendo algo por chisme, por lo que aquí les dejo el enlace del artículo escrito por el Licenciado Robles Scott, a quién le agradezco, claro, el diálogo respetuoso que en todo momento tuvo, coincidamos o no.

http://www.gurupolitico.com/2010/11/por-que-los-animales-no-pueden-tener.html

15 comentarios en “Por qué DEBEN tener derechos los animales.”

  1. El artículo del licenciado es tan gris que sólo hubiera escrito las palabras: «el ser humano no ha logrado establecer leyes o aplicarlas en defensa de otros seres vivos que no sean de su misma especie… y tan, tan» ¡Eso ya lo sabemos! La cuestión es, cómo le podemos dar vuelta al asunto, ahí está la relevancia de un aporte que hable de los derechos de los animales.

    Gracias Paco, buen apunte.

    1. Mi estimadísimo Dany, muchas gracias por participar aquí, aunque se extraña una participación más profunda, ¿eh? Jeje.
      Gracias también, por resumir en dos renglones lo que pensé. ¡Jajajaja!
      Concuerdo contigo y confío en que ese debate sobre «darle vuelta al asunto» vendrá, porque no quedan muchos caminos ya.
      ¡Buena noche amigo!

  2. Estimado Paco Colmenares:
    Creáme que agradezco profundamente su réplica. Creo que es la primer aportación que disiente de mi pensamiento pero con argumentos y razones, y contra ello sólo puedo debatirle en el terreno de las ideas. Siempre será útil para cualquier disciplina el uso de argumentos y no el ataque visceral. En ese tenor, permítame ejercer mi derecho de contraréplica en el mismo tono en que usted, con atino y respeto se ha dirigido a mi persona.
    El artículo, como lo advierte usted, es realizado desde la perspectiva jurídica. Cuando usted se refiere al Derecho como un ser moral, casi místico, creo que deja de lado el hecho de que la ciencia jurídica no se entromete en cuestiones éticas o morales. Ciertamente hay disposiciones obligatorias que coinciden con preceptos morales, pero en el momento en que la norma dispone hacer una conducta obligatoria (o penada como el caso de la crueldad), deja de ser ética o moral, para convertirse en positiva, es decir, ajena a consideraciones subjetivas.
    La crueldad, como figura regulada entre humanos y contra humanos, no tiene una limitación jurídica subjetiva, es decir, es ajena a cargas de valor. No es que el Derecho pueda medir la agresividad como concepto subjetivo, sino que castiga o limita la afectación a intereses jurídicos de otro. Permítame citarle un ejemplo ojalá coincida conmigo. Pensemos en el tráfico de animales. El Derecho no castiga la crueldad que se ejerce contra el animal mismo, sino la afectación que esa conducta representa contra la humanidad al degradar el medio ambiente. En el momento mismo que la crueldad (como el tráfico de animales, por ejemplo) sea una afectación a otro, créame que habrá regulación.
    Creo que se pasa por alto el tema de los mecanismos de control social. Como usted sabe, la sociedad ha implementado mecanismos para controlar las conductas que le parecen desagradables; estos mecanismos son, por ejemplo, la compensación, la conciliación, la terapia, y por último el Derecho.
    Dejo a un lado el argumento de las necesidades prioritarias en una sociedad con grandes desigualdades como las occidentales del siglo XXI, pero sí le comento que la “sobre-criminalización” demuestra un efecto contrario al deseo por el que se castiga la conducta. Los argumentos conductistas entre la relación de violencia-crueldad, son de otro campo, de la psicología, ética o filosofía. Y son muy respetables. Pero debo aclararle que para el Derecho, no se pueden tomar en cuenta lo que subjetivamente creamos bueno o malo, sino lo que afecta o no afecta.
    Hay una minoría (muy reducida) de humanos que no privan de la vida a animales para alimento, y mi respeto más sincero para ellos. Pero regular la crueldad del hombre hacia los animales, llevaría al extremo de pensar en la utilidad de las criaturas como alimento, porque salvo su mejor opinión no existe mayor crueldad que matar (aunque sea con mecanismos bondadosos) para comer.
    Agradezco nuevamente su réplica, feliz día.

    1. Muchas gracias, estimado Rafael, por visitar este espacio.
      Tu argumentación será siempre bien recibida. Mi postura, si bien no comparte que el Derecho se exima de acción sobre este campo, se nutre de debatirla con verdaderos expertos en la materia, cosa que se reconoce sin duda en tí.
      Creo que el problema es que no vemos la afectación de la crueldad, por no ser inmediata, pero esta, creo firmemente, existe.
      Permitir, no legislando, la crueldad, afecta nuestras mentes, nuestro desarrollo, y por ende, nuestra sociedad. Afecta nuestra salud, disminuyendo las especies y por tal, los agentes patógenos que actúan en nosotros.
      En fin. Creo que es necesario y espero que sigamos sobre este debate, no veo otro camino para encontrar la mejora de nuestra sociedad, que veo, es algo en lo que coincidimos sin falla.
      Muy buenas noches y muchas gracias de nuevo.

  3. El artículo en cuestión argumenta bien jurídicamente. Y creo que es claro en señalar algo que no se enfatiza lo suficiente en este artículo: el maltrato animal entra en el terreno de lo ÉTICO, no de lo JURÍDICO. Los problemas éticos no son sujetos de una valoración jurídica. Pedir una sanción jurídica para una falta ética es insostenible. ¿Te gustaría que te encarcelaran por mentir o por actuar con una doble intención?

    No debe existir el «derecho de los animales», porque es insostenible jurídicamente; sí debe existir el «respeto hacia los animales».

    El artículo del tal Robles Scott no fomenta la crueldad o la agresión a los animales, simplemente los sitúa en la esfera que les corresponde: la moral individual.

    El respeto a los animales no se logra con decretos y leyes, sino con transformaciones de conciencia, con educación al individuo.

    1. Gracias de nuevo por tu participación, «Juanito».
      Desde luego me hubiera asombrado que estuvieras de acuerdo.
      Déjame te platico que sí, legislamos sobre la mentira y la doble intención, se le llama PERJURIO, CALUMNIA, ABUSO de CONFIANZA, FALSO TESTIMONIO, FALSEDAD de DECLARACIONES… en fin. Jurídicamente hay muchas formas que se esgrimen sobre la ética, y sí, puedes terminar en la cárcel. En dado caso, Rafael argumenta sobre la ética que se aplica a los animales.
      Nadie ha dicho que el Licenciado Robles Scott fomente la crueldad o la agresión, en absoluto.
      Hay leyes que prohíben las peleas de perros. ¿Es por afecciones humanas directas? NO. Porque son crueles, sencillamente, por un aspecto ético.
      Aún no logramos, con educación al individuo, evitar el narcotráfico, el homicidio y el robo… ¿te parece que tenemos tiempo de seguir dando esos pasos de bebé para evitar la crueldad?
      Me parece evidente que no te preocupan los perros y gatos callejeros, las especies salvajes asesinadas por sus bosques, la extinción de las ballenas, las tortugas o los delfines (y un largo etcétera), pues sigues confiando en «las transformaciones de conciencia y la educación al individuo» lo que ha demostrado ser increíblemente lento, o hasta estéril, comparado con el crecimiento imparable de este problema animal.
      Lo mismo que piensas sobre que «no debe existir el derecho de los animales», se ha oído en otras épocas sobre diversas razas humanas, religiones o géneros.
      Espero seguir luchando por cambiar las cosas que «no deben existir».
      Buenas noches.

  4. Aqui otro punto de vista del por qué si deben tener derechos los animales: http://www.mundoconsciente.info/blog/2010/08/26/por-que-derechos-de-animales/
    Nuestra propia humanidad está puesta en tela de juicio cuando nos comportamos como bestias y no respetamos el sufrir y sentir de terceros pero tampo respetamos nuestro entorno. La vida es vida en todas sus formas y sólo por el milagro de existir deberíamos de sentirnos agradecidos con todo lo que tenemos y somos capaces de crear, o destruir.

    1. Muchas gracias por el enlace, Norma, siempre es bueno saber de más opiniones y más argumentos al respecto, ojalá se propague.
      Ojalá también, se propague el agradecimiento por la vida misma y nuestro mundo, que mencionas, sólo nos puede ayudar a mejorar como personas.
      Bonita noche, muchas gracias.

  5. el articulo referido es como bien lo dices mi estimado paco una mera reflexion legal, yo pienso que si efectivamente todo ser vivo tiene derechos basicos, ahora desgraciadamente estamos en un pais que no tiene idea de que se puede legislar para algo tan abstracto como un animal, por la sencilla razon que los animales no son votos tangibles. cualrquier animal debe tener derecho a la vida y a llevar una vida sana, sin abuso ni maltrato, asi de basico pero a la vez asi de complicado, porque esto implica legislar sobre tenencia, crear organismos rectores y supervisores de dichas leyes y organismos penales, y creo que la autoridad aqui en mexico esta muy en pañales para poder llegar a esos puntos. ahora por definicion un animal es un bien mueble, por ser de tu propiedad, y pues como que es raro desde ese punto de vista otorgarle derechos a los bienes muebles, nuevamente por princio cortan las opciones. para concluir claro que hacer falta una legislacion al respecto, y mas aun, organismos que hagan cumplir las cosas.

  6. Estimado Paco, nuevamente yo
    Creoo que en ocasiones la discusión se desvía, no es el caso de tu columna, aclaro. Creo que el movimiento que pugna por la defensa de los animales o la regulación de la crueldad hummana hacia otros seres que no sean los humanos, cuenta con poderosas herramientas en la sociedad. Me he venido refiriendo últimamente a los mecanismos de control social, como son el modelo terapeútico, la mediación, por ejemplo, pero la criminalización (o tipificación) corre el riesgo de sobrecriminalizar (over-criminalization en inglés) con consecuencias muy desagradables en una sociedad donde el derecho Penal (o administrativo para el caso de las multas) deja ver que es al débil a quien se aplica la sanción penal, no siempre al verdadero responsable. Creo que es muy útil para quienes buscan limitar la crueldad que no perdamos de vista los conceptos de conductas asociales, parasociales, pero siendo cuidadosos de no tildarlas de «antisociales». Espero con agrado y respeto, como hasta ahora tu enriquecedora réplica. Un saludo cordial

    1. Rafael, perdona la tardanza.
      Cualquier movimiento que busca algún tipo de igualdad o justicia, goza de tanta fuerza como riesgos, dobles filos. Sin embargo esta lucha es en particular una batalla sobre campo abierto, por lo muy poco que se ha hecho hasta hoy.
      Honestamente creo que es muy difícil sobrecriminalizar, como dices, algo que ni siquiera está ligeramente criminalizado.
      El problema es ese, ni siquiera hay leyes verdaderas sobre los aspectos que la mayoría consideraría obvios o claros. Los permisos para adquirir, explotar, torturar y asesinar animales están implícitos en unos y otros reglamentos.
      Tienes razón, México se caracteriza por aplicar la ley sobre los débiles, sobre el individuo físico y nunca el moral. Afortunadamente, si se puede decir así, este tipo de delitos -de crueldad animal- están encabezados por los individuos todavía, por los físicos, por los ignorantes, por los que, en otros ámbitos, llamamos «los débiles». Aquí sí puede ser efectivo multar o encarcelar al «de a pie» que mató a un perro a golpes. Multar o encarcelar al «donnadie» que sin registrarse o regularse, cruza a una perra 6 o 7 veces seguidas para vender a sus cachorros. Sí sirve multar al «dueño» que un día sin más, abre la puerta para que la mascota vaya a la calle.
      Yo creo con sinceridad, que el comportamiento social no termina en la «humanidad». El ser social aprende a convivir con el entorno, incluídos los factores urbanos, humanos, conductuales y sí, animales. No hay un lugar en el planeta en que podamos alejarnos de la fauna y la flora. ¿Por qué continuar creando cosas -leyes, reglamentos- que son sólo «humanas» y después enmendarle el factor natural?
      Saludos para tí. Seguimos sobre la interesante plática.

  7. BUENO RESPECTO A LA NOTA QUE SE CRITICA , CREO QUE EN ESTE CASO TIENE CIERTA COHERENCIA DECIR QUE LOS ANIMALES NO TIENEN DERECHOS YA QUE EL DERECHO FUE CREADO POR Y PARA EL HOMBRE .
    AHORA BIEN PARA SER SUJETO DE DERECHO DEBE EXISTIR UNA FACULTAD PARA RECLAMARLO, ALGO QUE ES OBVIAMENTE INEXISTENTE PARA UN ANIMAL.
    PUES ES ASI QUE SI EL DERECHO ES CREADO PARA REGULAR LA ACTIVIDAD HUMANA, ENTONCES EL DERECHO SI CONTEMPLA UNA DEFENSA DE LOS ANIMALES TODA VEZ QUE SE REGULA O LIMITA ESTE COMPORTAMIENTO VIOLENTO, INHUMANO SADICO DE LOS SERES HUMANOS CONTRA LOS ANIMALES.
    ADEMAS DE QUE IMPLICA LA FILOSOFIA DEL DERECHO YA QUE SE DEBE HACER UN RAZONAMIENTO DE LOS VALORES TAL COMO EL RESPETO, LIBERTAD ETC. ASI COMO EL FIN ULTIMO DEL DERECHO .

  8. Buenas noches Sr. Colmenares.
    Quisiera hacer una observación a un párrafo de su publicación:
    «…Quizá la rama del Derecho, hoy, no puede meterse a defender a los animales, pero quiero saber cuándo lo hará. No pueden decirme que tienen una limitación física. No pueden decirme que sencillamente “no puede”, porque es una creación humana, es una postura social humana, que se modifica según los humanos vayamos necesitándolo y hoy LOS HUMANOS, necesitamos modificarla para defender a los animales…»

    Sin duda alguna el derecho puede legislar sobre defender a los animales. Pero usted pregunta «¿Cuándo lo hará?» La respuesta es… El derecho tiene como primer objetivo el orden de los individuos en sociedad, razón por la cual es necesario que el derecho regule primeramente las situaciones de derechos humanos más básicas antes de regular las de los animales que pasan a ser de segundo plano. Quizá me tome a mal poner a los animales a segundo plano, pero a decir verdad los humanos son aquellos quienes son objeto del Derecho. Digame (dejando de lado el lado jurídico y hablando moralmente) ¿Vale más un perro que un niño muriéndose de hambre? No. Utilice el argumento que utilice la triste verdad es que el derecho no termina de satisfacer los derechos humanos más fundamentales, así que mientras estos no sean plenamente satisfechos, los animales pueden seguir siendo un segundo plano.
    Espero que entienda mi punto de vista, no estoy en contra de los «derechos» (malamente llamados así, puesto que el derecho implica la relación bilateral de los sujetos titulares de derechos) de los animales, sino que considero que hay cosas más importantes en este mismo instante que los animales.

    1. Te agradezco mucho tu atención y argumentación Jesús.
      Estoy plenamente de acuerdo contigo en que el hombre debe estar por encima en las prioridades. No sería lógico, no estaría en mis cabales, si atendiera a otra especie por encima de la propia. Coincidimos.
      Tal vez al escribir estas entradas no siempre acoto la filosofía original de estos artículos y de nuestro trabajo periodístico: Atendemos a los Animales, por el Bien del Hombre.
      Es decir, cada cosa que tratamos que mejore respecto a los animales y su entorno, no es únicamente porque nos cause empatía una u otra especie y estemos velando por SU felicidad. Al contrario. Lo hacemos porque creemos, dadas las evidencias de investigaciones y siglos de historia cultural, que mientras más en armonía se encuentra un ser humano con su entorno natural, mejor ser humano es para su sociedad y sus congéneres.
      Comprendo lo que dices: No nos preocupemos por legislar el entorno animal hasta que no resolvamos los problemas humanos. El asunto aquí es que los animales y el maltrato SON problemas humanos. ¿Tú crees que los muchachos del norte de México que han filmado el asesinato y quema de gatos vivos serán personas útiles, sanas y productivas para la sociedad mañana? ¿Tú crees que el hombre que VIVE (porque ganan más dinero tú o yo) de las peleas de perros, es un sujeto de confianza, para convivir en la sociedad? ¿Sabes cuánto le cuesta a una ciudad limpiar los desechos de millones de perros callejeros? ¿De donde salieron esos perros callejeros?
      ¿Me explico? Atender el maltrato animal significaría mejorar el entorno humano, el mundo que les mostramos a las nuevas generaciones y el medio ambiente, tan gastado y golpeado. No es un problema menor, Jesús. Existen comunidades en México que están al borde de la desaparición, por la sobre explotación (no regulada) de la minería. ¿Por qué se llegó a ese punto? Porque no había leyes duras y concretas que defendieran el medio ambiente y pusieran límites sobre hasta donde, cuánto y cuándo. Comunidades en el mundo reciben cada año tormentas e inundaciones que nunca antes habían tenido (y para las cuales no tenían preparación alguna) y los gobiernos atinan a decir que son «desafortunado caprichos de la naturaleza». Claro, para no afrontar la responsabilidad. Nadie legisla contra la sobreproducción ganadera, los empresarios crían más ganado del que pueden, matan a todos los depredadores posibles (el lobo Mexicano está extinto en vida libre ya, debido a eso), liberan al ganado en campos silvestres, acaban con los pastos, el suelo se erosiona, el bosque se reduce, el agua puede pasar y las nubes de tormenta no encuentra oposición.
      En fin. Lo que quiero decirte es que nada de esto es porque «nos importen más los animales que el hombre». Legislamos sobre los autos (no puedes abandonar un auto a media calle, o en un carril transitable, ¿cierto?), legislamos sobre los monumentos (no puedes maltratarlos, pintarlos o tirarlos), legislamos sobre el piso de asfalto (para hacer un agujero en la banqueta, necesitas permisos), pero no legislamos sobre cuánto daño le puedes o no hacer a un animal, porque seguimos creyendo que no nos va a afectar, más que en lo emocional.
      Te agradezco tu participación y atención. Recibe un afectuoso saludo.

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