El Panda, o Ailuropoda Melanoleuca, como es conocido en el argot científico, navega aún sobre una ligera polémica que duda sobre su pertenencia a la familia de los osos.
Esto se debe a que, aunque en el exterior todo pareciera indicar que es un oso negro que jugó con un bote de pintura blanca (o viceversa), no se comporta como el resto de la familia Oso.
En primer lugar, no habita una zona precisamente famosa por su población de Ursidae. Al contrario, parece que el Panda Gigante se alejó de todos lo más que pudo, escogiendo las zonas altas -entre 1.200 y3.400 m. sobre el nivel del mar- en Sichuan, China, a temperaturas considerablemente bajas y en donde la fauna no es tan abundante.
Quizá por ello también, evolucionó acostumbrado a que no comería mucha carne y prefirió ser mayormente herbívoro. El Panda Gigante sentado comiendo bambú, probablemente sea la imagen más difundida de este animal y no es un cliché, ya que esta planta representa el 99% de su alimentación. Sin embargo, no deja de tener el sistema digestivo de un carnívoro, por lo que no está diseñado para procesar materia vegetal. Esto significa que le cuesta mucho trabajo extraer la celulosa del bambú, lo que lo obliga a comer enormes cantidades(entre 12 y 38kgs diarios) durante 14 horas, dejando de comer sólo cuando duermen o recorren distancias cortas.
También suele alimentarse de otras hierbas y muy rara vez de algo de carne y grasa, la que puede encontrar en aves o pequeños roedores.
Lo correcto, para hablar del Panda, es siempre añadir su apellido: Gigante. (Y no es para menos, ya que llega a medir hasta 1.80 m y a pesar hasta 125 kg.)
PANDA como tal, es un nombre que obtuvo primero el Ailuridae, un pequeño mustélido, pariente de los hurones y las comadrejas, que resultó vecino del gigante en blanco y negro. El asunto es que su vecino “oso”, tomó tanta fama que la mayoría de la gente terminó por creer que PANDA, era el nombre del grandote y que el pequeñín lo tomaba prestado.
De hecho su nombre científico ya nos dice parte de esa historia:
El Panda original, hoy conocido como Panda Rojo, es Ailuridae Fulgens, único miembro vivo de la familia de los Ailúridos.
Mientras el Panda Gigante fue nombrado Ailuropoda Melanoleuca, lo que básicamente quiere decir “Tiene patas de Panda Rojo, pero es blanco y negro”.
Ailuro (Ailúrido -Panda Rojo-) Poda (Pies) Melano (Negro) Leuca (Blanco)
Se cree que la palabra Panda proviene de la palabra Nepalí Ponya.
Por supuesto su carácter tan dócil y afable lo ha hecho padecer de cazadores tanto como gozar de la ternura generalizada. No es una especie particularmente hábil, rápida o escurridiza. Al contrario, resulta una animal muy confiado cuando se encuentra en su hábitat, un verdadero fanático de disfrutar las tardes chinas sentado junto a un buen arbusto de comida.
El hombre, desde luego, al ver la maravilla de su pelaje, lo convirtió en un “premio” en cuanto pudo, por lo que su población empezó a decrecer hasta el punto de la extinción.
Probablemente por su reducida zona de existencia y su limitada movilidad, fue rápidamente notable el peligro de extinción en el que cayó, por lo que se convirtió en estandarte de la lucha por los animales en riesgo.
Particularmente se hizo el emblema del Fondo porla Vida Salvajedel Mundo,la WWF(World Wildlife Fund), que lo integró a su emblema a mediados de los años 60, cuando la situación riesgosa de la vida salvaje en el mundo se convirtió en un asunto más publicitado.
De hecho el emblema dela WWFestá inspirado en Chi Chi, el primer Panda Gigante famoso del mundo occidental, habitante del zoológico de Londres durante un gran tiempo.
En ese mismo tenor, México tuvo también a una familia de Pandas que se ganaron el corazón de la gente que los visitó en el Zoológico de Chapultepec, a mediados de los años 80. Ellos eran Ying Ying y Pe Pe, donados por el gobierno de China en 1975 como símbolo de amistad para la Ciudad de México, que en 1981 darían a luz al primer Panda nacido en cautiverio fuera de China, la pequeña mexicana Tohuí Panda.
Actualmente el Zoológico de Chapultepec cuenta con tres hembras de panda gigante: Xiu Hua de 25 años, Shuan Shuan de 23 años y Xin Xin de 20 años (hija de `Tohui`), descendientes de la pareja que fue donada.Las tres pandas gigantes que se tienen en el Zoológico de Chapultepec, más un macho en Alemania, son los únicos ejemplares que no pertenecen a China y en el caso de México son los únicos que existen en América Latina.
Aunque puede haber un nivel de polémica al respecto de que éstos ejemplares fueran tan mediáticamente publicitados, lo cierto es que la única forma de generar una cultura de respeto y elevar las alarmas sobre su riesgo, era tratar de generar empatía entre la gente, provocando acciones y reacciones, que poco a poco se convirtieran en costumbres.
Si ejemplares como Tohuí, Ying Ying, Pe Pe o Chi Chi, no se hubieran robado la sonrisa de millones alrededor del mundo con sus maromas y jugueteos, probablemente las fundaciones protectoras habrían necesitado el doble de tiempo para generar recursos, donaciones y cultura en general.
Actualmente se calcula que existen menos de 2500 ejemplares en vida salvaje, aunque este número es ya más esperanzador pues, aunque lentamente, ha venido en incremento en los últimos 10 años. Especialmente ha mejorado la situación a partir de 2005, año en que el gobierno de China creó 50 reservas ecológicas para el Panda Gigante, protegiendo 1 millón de hectáreas y asegurando al menos al 60% de la población de Pandas Gigantes.
El panda gigante es un muy buen ejemplo de una especie carismática que ha conquistado al mundo y por la que en su país y fuera de él, se está haciendo todo lo posible por conservarla.